¡Cómo estará el infierno que hasta los mismos dirigentes consentidos y los “lideres morales” reconocen que el IPE está en terapia intensiva!
No está por demás iniciar este comentario con una afirmación: “Entregar los ahorros de los trabajadores a los bancos, privatizándolos por medio de cuentas individuales o AFORES, es el modelo impuesto en los años 70 del siglo pasado en países como Chile, Inglaterra, E.E.U.U., Argentina y otros, que hizo surgir una masa de pobres y miserables reducidos a la sobrevivencia mínima… No obstante, quienes gobiernan en el México neoliberal, están empeñados en imponerlo, aunque su disfuncionalidad haya sido plenamente comprobada. Las llamadas reformas estructurales emprendidas en los últimos sexenios y culminadas en éste, benefician a una minoría inmensamente rica que se ha apropiado de las riquezas naturales y de aquellas producidas por el trabajo de millones de mexicanos …” (introducción del Plan de Trabajo COPIPEV 2014-2016).
Desde hace 3 años y 6 meses, desde diciembre de 2010, un grupo de pensionados estatales levantamos la voz en la vía pública expresando que el Instituto de Pensiones del Estado no estaba funcionando bien y que requería de una plena reestructuración, con la intervención necesaria de una representación de pensionistas que vigilara el cabal cumplimiento de la normatividad de dicho organismo. Estamos en el mes de junio de 2014 y ya ha corrido buena proporción de agua “por ese puente” y han acontecido situaciones interesantes con respecto a esa Coalición de Pensionistas que responde al nombre de COPIPEV (Coalición de Pensionistas Independientes del Estado de Veracruz A.C.), misma que hoy opera formalmente como Asociación Civil con registro notarial, con directiva estatal y delegaciones constituidas; cuenta con sus estatutos así como con un vertebrado Plan de Trabajo, donde sobresalen ejes, objetivos, metas y acciones a realizar por sus miembros.
Durante 42 meses el Gobierno del Estado y los directivos del IPE han tratado de ignorar las justas reclamaciones de los jubilados y se han escudado en falacias, en expresiones demagógicas y en comunicados oficiales donde se ufanan que cada mes se pagan puntualmente las pensiones, pero para nada aluden al estado crítico que sufre el sistema pensionario, ni informan de la situación financiera del Instituto, mucho menos se atreven a decir de qué manera podrán solventar la crisis que se cierne sobre el multicitado organismo. A través de personeros oficialistas, de declaraciones de dirigentes sindicales nada independientes y de ciertos medios masivos de comunicación, se ha filtrado el rumor de que surgirá una reforma para “atemperar el problema” y que la Legislatura Local le dará curso inmediato, sin considerar para nada las propuestas de la base trabajadora ni la opinión de los jubilados.
En todos sus escritos y comunicados la COPIPEV ha fijado con precisión sus planteamientos básicos y sin irme más lejos, el pasado 28 de enero del presente año planteó ante el Ejecutivo Estatal y ante la opinión pública sus exigencias: que la seguridad social sea asumida como una responsabilidad del Estado, tal como lo marca el Artículo 123 Constitucional; garantizar a largo plazo la supervivencia del IPE; mantener vigente el régimen solidario intergeneracional; que el gobierno del estado de Veracruz salde sus deudas con el IPE; urge transparencia y rendición de cuentas y cese de las violaciones a la ley del instituto. También el miércoles 30 de abril de 2014, en una declaración conjunta publicada por un rotativo, tanto la COPIPEV como otras asociaciones y organizaciones consignaron puntualmente, entre otras cosas, que no aceptarán modificaciones unilaterales a la actual ley del IPE; que es menester cuentas claras; que se transparente el manejo de las finanzas del Instituto y que se basifique a los múltiples trabajadores que laboran por contrato, culminando con proclamas como ¡No a la contrarreforma a la ley del IPE; No al despojo patrimonial del organismo; Rendición de cuentas y Por la defensa invariable de nuestros legítimos derechos!.
Me enorgullezco de pertenecer a la mencionada Asociación de Jubilados, porque en su interior se respira afán de servicio, espíritu democrático, transparencia de propósitos, altura de miras y corresponsabilidad de sus integrantes, por sobre la divergencias del orden político-electoral o ideológico. Por esta vía formulo un llamado a los trabajadores y a los jubilados de Veracruz para que se informen de todo lo que acontece con relación a la pensiones; asimismo los invito a que se organicen y luchen de manera conjunta para evitar atropellos futuros. La COPIPEV es una buena opción y hay que tener presente que unidos seremos respetados y escuchados. Solos y desorientados, seremos arrasados por la circunstancias y por los perversos vivales.