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Sección: V?a Correo Electr?nico

Veracruz, devastado

Manuel Mart?nez Morales 15/03/2012

alcalorpolitico.com

La salud consiste, según Dupuy y Robert,
en la capacidad humana de rehusar un entorno intolerable…
Eduardo Galeano, en Los esclavos de la abundancia.

No es necesario ser un experto en ecología para darse cuenta de la tremenda devastación que ha sufrido Veracruz en las últimas décadas. Resido en Xalapa desde hace treinta años y puedo dar testimonio de la destrucción que ha sufrido el medio, no solamente en la ciudad y sus alrededores, sino en otras regiones del estado, así como de los graves pasivos ambientales que aquí existen.

Hace años escuché por primera vez, en voz de un estudiante de biología, que “la biodiversidad es nuestro boleto al futuro”. Nada más cierto, pues si no ponemos fin a las acciones depredadoras del medio ambiente, en un futuro no muy lejano la vida sobre el planeta –la viabilidad de la especie humana en particular- estaría en riesgo.

Casi en su totalidad, la devastación del medio se debe al actuar de los hombres sobre su entorno; pero no de sencillos ciudadanos como usted o como yo, con escasos medios para incidir en escala apreciable sobre el entorno para trastocarlo. ¡Claro que no! En el presente, las afectaciones con efectos significativos sobre el medio se deben, en buena medida, a la depredadora explotación de los recursos naturales por parte de las grandes corporaciones (mineras, petroleras, agropecuarias, etcétera), las cuales se guían exclusivamente por el propósito de incrementar su ganancias a toda costa, sin reparar en los daños al medio o a la vida humana. Basta con una leve revisión de la literatura al respecto para confirmar esta afirmación.

Por otra parte, esta destrucción del medio también obedece a las irresponsables políticas de quienes gobiernan que, en el afán de mantener y consolidar su poder, se coluden con los dueños del dinero y lejos de detener las acciones depredadoras de las corporaciones, las legitiman y las aplauden bajo el falso pretexto del “desarrollo económico”.

A esta apreciación hay que agregar las consideraciones de los expertos, quienes disponen de extenso y detallado conocimiento, así como de los instrumentos analíticos para comprender el problema. Dice el doctor Arturo Gómez Pompa, asesor científico del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana, que Veracruz es el estado más transformado de todo el país, que más de 90 por ciento de sus selvas han sido transformadas y que la vegetación original desapareció, lo que ha llevado a la extinción de especies y cultivos. En pocas palabras, se está acabando con la biodiversidad en el estado, lo cual cancelaría nuestro boleto de entrada al futuro.

Para recalcar lo que la pérdida de biodiversidad significa, afirma el doctor Gómez Pompa que cada especie que se pierde es una opción menos para el futuro, una opción menos de alimento, de nuevos medicamentos, de productos industriales, pues todas las especies tienen en sí mismas una serie de opciones para el bienestar humano o para el ecosistema en que vivimos.

Veracruz, junto con Chiapas y Oaxaca, es de las regiones con mayor biodiversidad en el mundo. Pero esta riqueza está en riesgo de perderse por el desgano –o contubernio- con que el gobierno deja hacer de las suyas a las grandes empresas, nacionales y extranjeras. Sólo hay que revisar la grave, y posiblemente irreversible, contaminación que PEMEX ha causado en importantes ríos del estado; el envenenamiento del Río Blanco por los residuos vertidos en su cauce por diversas industrias; la contaminación de tierras y mantos freáticos por las industrias Carroll en Perote; la contaminación radioactiva -presente y potencial- producida por la operación, de la planta nucleoeléctrica en Laguna Verde; la contaminación de cuerpos de agua por descargas de aguas residuales; y un largo etcétera.

En esta ocasión son dos las cerezas que coronan el pastel de la devastación: la operación de la mina a cielo abierto denominada Caballo Blanco, en las inmediaciones de Laguna Verde, y la ampliación del puerto de Veracruz con la consiguiente destrucción del sistema arrecifal. Ambos proyectos –como ya ha sido ampliamente documentado- producirán la devastación de los ecosistemas en sus inmediaciones, con graves consecuencias para la biodiversidad en general, y con graves riesgos para la vida de los habitantes de las comunidades en sus alrededores.

Hablando sobre este tema con un investigador dedicado al estudio y conservación de especies de primates en peligro de extinción, me dijo que si la especie humana desapareciera habría decenas, o centenas, de otras especies que bailarían y aplaudirían de gusto.

Debí responderle que bastaría con que desaparezcan las subespecies de capitalistas rapaces y la de políticos irresponsables y corruptos. Habrá que darles su boleto de salida de la historia.