Veracruz necesita profesionales en cuidados paliativos, señala especialista

Martha Josefina Aguilar Nájera, una de las ponentes del Primer Encuentro Internacional de Cuidados Paliativos, dijo que en Veracruz no existe tanta preparación en esta área. Actualmente se cuenta con medicina del dolor, donde hay 270 anestesiólogos que están capacitados como algólogos y de esos la mitad como paliativistas.

“En el estado de Veracruz, conozco uno que está en la clínica del dolor de la clínica Xalapa del ISSSTE, la verdad no sé si existan más en Veracruz hay seis clínicas del dolor, lo tiene la Secretaría de Salud, el Seguro Social, el Cecan, el ISSSTE”.

Entrevistada previo a la inauguración, dijo que no se cuenta con unidades de cuidados paliativos, por ello se requiere una especialización, sobre todo porque son la esencia de la medicina.

Reiteró que los cuidados paliativos se aplican no sólo a pacientes con enfermedades crónico degenerativas, sino también a quienes sufrieron un accidente que los ha discapacitado de cierta manera, donde clínicamente no se puede obtener curación. A ellos se les proporcionan cuidados para darles calidad de vida.

“Se trata de cuidar con amor, contener, apapachar, estar, guardar silencio, respetar. Cuando se dan como tal se reciben con mucha gratitud, cariño, cuidado y comprensión”.

Por ello destacó la conformación de la Asociación Veracruzana de Cuidados Paliativos, como un primer paso para sensibilizar a la población de cubrir esta necesidad.

Agregó que el ISSSTE cuenta con una escuela para cuidadores paliativos, que ofrece todos los años no solamente a derechohabientes, sino al público en general.

La doctora mencionó que en Veracruz no hay una estadística precisa de cuántos pacientes se atienden con cuidados paliativos, sin embargo, considerando que la primera causa de muerte son las enfermedades crónico degenerativas, de corazón, diabetes melitus y enfermedades tumorales, el número asciende a miles.

Los cuidados paliativos se aplican a una persona que se encuentra en una etapa difícil de su vida, como por ejemplo si padece una enfermedad crónica, es decir, cuidar al paciente hasta el último momento que permanezca con vida. En varias ocasiones son los propios familiares quienes proporcionan los cuidados paliativos.

“Medicamente no podemos hacer mucho, pero humana y afectivamente sí. Hay que tomarlo con humildad y con el amor que implica saber que yo también, potencialmente soy un paciente”.