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Sección: V?a Correo Electr?nico

Mutatis mutandis

Veracruz: desaceleración y pérdida de empleos

Rafael Arias Hern?ndez 02/10/2013

alcalorpolitico.com

Desaceleración comprobada y aceptada por todos. Ahí están los hechos reflejados en los datos oficiales y en los innumerables dictámenes y análisis de instituciones nacionales e internacionales.

Lo que es, es.

La situación de la economía mexicana,

por lo pronto pasa rápidamente de la desaceleración al estancamiento y con riesgo de recesión.

La información oficial del primer y segundo trimestre del 2013, comparada con los de los años anteriores, simplemente ratifica los pronósticos y alertas ignoradas o minimizadas por muchos funcionarios gubernamentales.

Crecimiento del PIB menor para el país, a marzo del 2013, es de 0.6%,

mientras que al mismo mes del 2012 fue de 4.6%.

Y el registrado a junio de 2013, de 1.5 % contra 4.2 % del correspondiente mes del año pasado.



Y en cuanto a los empleos, para enero-marzo de 2012, el IMSS reporta 267,820 nuevas plazas, mientras en el mismo trimestre para 2013, se registraron sólo 174,867, en todo el país.



A junio de 2013, se registran 251,209 nuevas plazas contra 378,971

del mismo mes del año pasado.

En resumen, México a la baja.

De enero a junio de

2013, la economía nacional sólo aumenta 1.0 %; y se estima que al año crecerá, 1.7%.

Lejos del 3.5 % esperado como objetivo inicial y más lejos del 3.8% alcanzado en 2012, último año del sexenio del Presidente Calderón.



La economía no crece y, para colmo, crecen los desastres naturales y los gubernamentales; por lo tanto, la pobreza, el hambre y la delincuencia siguen en aumento.

Sastres de los desastres

Hay situaciones que, por tan repetidas y conocidas, permiten pronosticar que todo conduce y conducirá a un desastre, en el que, para no variar,

muchos resultaran sacrificados y condenados; y pocos, muy pocos, beneficiados.

Las preguntas y advertencias

a la vez, son inevitables:
¿Cómo se llego a esta lamentable situación?
¿En qué momento se pierde el control?
¿Por qué los responsables se convierten en negligentes, simuladores, cómplices o delincuentes?

Lo cierto, es que los pueblos pagan las consecuencias de decisiones que no tomaron. Más limitaciones y sacrificios por generaciones, mientras negligentes, ineficientes y delincuentes (y sus socios)

incrementan sus beneficios y riquezas.

Veracruz: economía y empleos a la baja

La consulta de

las mismas fuentes estadísticas, permite describir, en buena medida, las condiciones de las entidades federativas.

La

economía veracruzana no es ajena a desaceleración. El espacio y tiempo que viven veracruzanas y veracruzanos corresponde a esta realidad.

Los indicadores de coyuntura del INEGI, disponibles hasta el momento, muestran que en al primer trimestre de 2012, la economía veracruzana creció a un 4.4%, mientras que para marzo de 2013, sólo había alcanzado un 1.1%.



La desaceleración en Veracruz, al primer trimestre, puede en términos generales cuantificarse, como una reducción en 3.3 puntos. Este bajo crecimiento es, a todas luces insuficiente.



Como se menciono, hay disponible para el segundo trimestre de 2013, información nacional del PIB, pero todavía no para las economías estatales.

Sin embargo, es de preverse que

la tendencia del entorno influirá o hará que sea también a la baja, para la economía veracruzana.

Y, para el tercer trimestre, se pronostica una caída aún mayor, por el efecto de los desastres naturales (y los gubernamentales), de ahí que es predecible lo de economía a la baja.



En el caso de la generación de empleos formales, también utilizando la misma fuente, Veracruz al primer trimestre registró una situación, en muchas formas más delicada.

Mientras en marzo de 2012, el estado genero 11,740 nuevos empleos; para el mismo mes, pero de 2013, sólo se habían alcanzado 2,553.



La situación para Veracruz empeora al segundo trimestre del presente año, ya que se registran 12,692 empleos menos.

A esta breve descripción de la realidad veracruzana, el 27 de agosto, utilizando la misma fuente, se informo que la entidad ocupó el primer lugar en caída de empleos, al séptimo mes del año.

Para ilustrar lo dicho se citan sólo las tres primeras entidades, con menos y más empleos:



Pérdida
-14,967 Veracruz.
-14,746

Sinaloa.
-6,803

Michoacán.
AUMENTO.


+90,485 Distrito Federal.
+36,634

Guanajuato.
+33,907

Jalisco.

(Fuente UNIVERSAL170812, nota de Mario Alberto Verdusco)

Es importante apuntar, que se espera que los registros de los meses siguientes consignen variaciones con aumentos.



En todo caso, en cuanto a crecimiento y empleo, y para cualquiera de los temas centrales, lo mejor para el buen diseño y éxito de políticas y programas públicos es, sin duda,

utilizar y difundir información objetiva y confiable.

En particular, lo relativo a la generación de empleos formales,

el aumento de la población genera otro tipo de miles de ocupaciones, que también son importantes pero no hay que confundirlas con empleos formales.

Entre ellas las de empleo informal, subempleo y autoempleo, que son muy diferentes en cuanto a ingresos, seguridad social y prestaciones.

Repito, es importante no confundirlos con el empleo formal;

y más bien, se sugiere o recomienda detectarlos e identificarlos plenamente, para incorporarlos al Presidente Peña Nieto.

Creo que de lo que se trata, en todo tiempo, es de fortalecer y ampliar la capacidad de respuesta y de previsión institucional oficial y social.



¿Dónde están los logros y avances de 2012?

Imprescindible hacer bien y a tiempo, los correspondientes reforzamientos o ajustes, frente a nuevas y variadas situaciones.

Ni vamos bien y nada de que no pasa nada. Vital, consolidar aciertos y corregir errores o evitarlos.



Caro, lento y poco se puede lograr, si a pesar de las reiteradas pruebas y experiencias de una realidad cambiante,

si a pesar de todo se persiste en el atrevimiento de basar políticas, programas y acciones, en situaciones imaginarias y hechos fantásticos propios de otra realidad.



Destrucción del estado el bienestar

Las crisis y sus efectos en el mundo no se detienen.

Por ahora, resalta la parálisis del gobierno norteamericano y sus efectos internos e internacionales.



Se trata, nada menos y nada más, que de la economía capitalista más fuerte del planeta, de la cual la altísima dependencia mexica es innegable.

Inseparables, en este contexto, resaltan también las denuncias y alertas sobre los sistemáticos intentos de debilitamiento y destrucción del Estado de Bienestar en el mundo. Esto es, el

deliberado e inhumano desinterés y abandono de los gobiernos a las necesidades y servicios básicos de la población. Que los pobres, miserables y hambrientos sobrevivan como puedan.



Al respecto hay que insistir que, el presidente norteamericano, ha externado su preocupación y alertado acerca de la situación de las crisis y sus posibles perspectivas.
Recordemos que el mismo Presidente Obama, en reciente e interesante entrevista, para el New York Times,

expreso que, “la creciente brecha entre ricos y pobres, y la falta de oportunidades para que el ciudadano medio avance, es una ruptura con el pacto social que forma parte de la identidad estadunidense…” (New York Times 270713. La jornada. 290713)

Lo menos que asegura el mandatario es que quienes tienen responsabilidades gubernamentales, tienen

que ponerse, pero ya, a trabajar. Esto, desde luego, trasciende fronteras y niveles, es un exhorto dirigido a todos los gobernantes responsables.

Bien se sabe, que las crisis internacionales, particularmente la de Estados Unidos, tienen en México un sinnúmero de relaciones y repercusiones. Tan inútil como costoso, pretender negarlo, ocultarlo o minimizarlo.



Lo mismo sucede con los efectos nacionales sobre las diferentes regiones y estados de la república, así como de sus correspondientes municipios.

No más de lo mismo o peor

Frente a las crisis, en el mundo, en México y en todas partes probado, comprobado y archirecontraprobado está, que detener y enfrentar calamidades nuevas y viejas, con repetidos discursos, declaraciones fantasiosas y, hasta con

buenos deseos, no es suficiente.

Tampoco lo es inundar

y pagar infundadas informaciones, que tarde o temprano provocan duda y recelo social, desconfianza e incredulidad popular.



Y hay que insistir. En todo caso, es patético comprobar, como se sostiene contra todo y contra todos, contra la realidad y los hechos, la costosa, conocida y padecida, teoría y práctica de más de lo mismo que, ante situaciones más difíciles y complejas, lo más frecuente es que agrave y complique problemas e incorpore muchos otros más.