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Sección: Estado de Veracruz

Verdad y Justicia para Ayotzinapa

Jorge Salazar García Xalapa, Ver. 16/09/2019

alcalorpolitico.com

Es una verdad objetiva: la clase política hará sólo lo que a su interés convenga, sobre todo si la mayoría de los gobernados siguen rechazando la Política por considerarla una “porquería”. Desde las cúpulas partidistas, rarísimo será el sujeto que se distinga por su congruencia promoviendo la DEMOCRACIA fuera de sus oficinas, tal como lo prometen cuando buscan el voto. Hoy la esperanza está depositada en MORENA; 30 millones de mexicanos le demandaron expulsar a los traidores vende patrias (PRIAN), que usurparon el poder desde 1988. Al nuevo Partido se le facultó para ello, el problema es que eso implica necesariamente afectar los intereses del Poder económico, lo cual tropezará con fuertes resistencias. Eso está claro, los señores del capital no permitirán, por ejemplo, ninguna nacionalización, expropiación, más impuestos o control sobre sus inversiones. En el modelo de mercado son ellos quienes deciden qué y hasta dónde se modifica la estructura económica y aunque perdieron uno de los tres poderes (Ejecutivo), su influencia prevalece en el Legislativo y Judicial.

En medio de tanto criminal impune y a un año de gestión, el nuevo presidente todavía es una esperanza. Sin embargo, poco podrá hacer si no combate las causas de la sobreexplotación, persecución, violencia y muerte empoderando realmente al pueblo. Tiene como lastre a varias instituciones y gobiernos locales que continúan administrando el Poder para el beneficio de los mismos responsables de esas infamias, comprometiendo el destino de las nuevas generaciones.

En este mes de la Patria, recordaremos a dos grupos de jóvenes menores de 20 años, a quienes les fue cancelado abruptamente su destino. La primera ocurrió el lunes 13 septiembre de 1847 a manos del yanqui invasor y la segunda se consumó el 26 de septiembre de 2014 teniendo como ejecutores a policías, agentes y soldados mexicanos. En el Castillo de Chapultepec fueron asesinados los cadetes del colegio militar y en Iguala Guerrero secuestraron y desaparecieron a 43 alumnos de la normal de Ayotzinapa. Al arriesgar la vida por el bien de los demás, en los dos casos esos nobles estudiantes pueden considerarse HÉROES. Los hechos son heridas abiertas que NO sanarán mientras estén ausentes la VERDAD y la JUSTICIA. Así como Peña Nieto perdió mucho de legitimidad con el secuestro de los normalistas, el presidente López Obrador arriesga parte de la suya si no logra develar su paradero y castigar a los autores materiales e intelectuales de este crimen de Estado.



La desaparición forzada de los 43 normalistas prueba la pudrición de las fuerzas represivas legales de los tres niveles de gobierno. A pesar de existir evidencias de su involucramiento, hay quienes los siguen encubriendo (Jueces y exfuncionarios). Esa fue la pretensión del exsecretario de gobernación (hoy senador), Osorio Chong, al responder (13 de septiembre 2018) las críticas de Félix Salgado, al afirmar “no (hemos) han podido encontrar la verdad que todos queremos”. Con este reconocimiento de no saber el destino de 43 personas secuestradas frente a cámaras de vigilanciasy decenas de celulares (algunos estudiantes los portaban), está aceptando una negligencia criminal, por la cual debió haber renunciado en su momento. Por otro lado, habría que explicarle a este señor, que la exigencia de los familiares NO es encontrar la verdad que “ellos quieren”; la realidad de lo ocurrido no depende del deseo de nadie, EXISTE sin más.

La verdad es cómo un pedazo de corcho colocado en una superficie líquida; ésta tiende a mantenerse a flote. Se puede OCULTAR, aplicándole una fuerza negativa, pero entre más se le sumerja mayor será su fuerza de empuje hacia la superficie. Para mantenerlo abajo se necesita invertir energía permanentemente (dinero y credibilidad); cuando ésta se agote, el corcho volverá a flotar, restableciéndose así el orden natural. Igual que el corcho, la verdad, tarde o temprano, saldrá a la luz pública. Nadie puede eliminarla definitivamente. Si dentro del Estado hay quienes siguen impidiendo se conozca la verdad, corresponde a los ciudadanos exigirle que desempeñe sus funciones de modo genuino y eficaz. Ningún ciudadano debe tolerar la instauración del imperio de la ley del más fuerte. Unamos nuestra voz este 26 de septiembre al grito incesante de los familiares de los normalistas secuestrados y de los miles de desaparecidos.



Conmemoremos el origen de nuestra identidad nacional, luchando al lado de quienes defienden la libertad y la justicia con DIGNIDAD.