Violencia, resultado de malas políticas públicas de gobernantes: Sociólogo

El cáncer social en materia delictiva tiene un origen y fue gestado por la mala aplicación de políticas públicas o la ausencia de estas, pues se golpeó el tejido más sensible de la sociedad, la familia. Bajo esta teoría, el sociólogo Arturo Palacios considera que la reestructura o recuperación del tejido social es la única forma de recuperar la estabilidad en materia de seguridad.

De acuerdo a especialistas, siete de cada diez involucrados en delitos de alto impacto son jóvenes de entre 16 y 28 años, lo que significa que sus padres sufrieron las consecuencias de no poder satisfacer necesidades y en su búsqueda descuidaron la formación de sus hijos.

Un amplio porcentaje de quienes hoy tienen entre 16 y 30 años, señala, vivieron de manera directa o indirecta el flagelo del divorcio de sus padres, desintegración familiar, pobreza, alcoholismo, drogadicción, desempleo, malos salarios, contenidos violentos en medios de comunicación, falta de oportunidades, migración, carencia de valores y desapego a la espiritualidad.



El modelo de gobierno, -amplia- no brindó certeza a las familias. A cambio entregó más horas de trabajo, menos salario y más deudas; el poder adquisitivo disminuyó, consecuencia de crisis económicas que trajeron consigo un cambio radical en el modo de vida.

En tan solo cuatro décadas se pasó de un modelo patriarcal, a un modelo compartido donde hombre y mujer salieron a trabajar y tomaron decisiones, para finalmente quedar en hogares disfuncionales y familias donde una madre soltera es la única que provee y los hijos son educados por amigos, vecinos o familiares. En el peor de los casos, crecen solos.

A lo anterior, se añade la carencia de infraestructura pública y social, falta de estrategias en materia preventiva, ausencias de apoyos a la educación e inseguridad, lo cual trastoca la estabilidad social de las familias, dando como resultado que los jóvenes tomen caminos falsos y sean presa de la delincuencia. Como conclusión, el Gobierno debe invertir en la reestructura social para la solución de estos problemas.