Violencia se ha vuelto algo "normal" en la zona sur: Obispo de Coatzacoalcos

El Obispo de la Diócesis de Coatzacoalcos, Monseñor Rutilo Muñoz Zamora, consideró que se ha creado una cultura de la muerte en la sociedad actual y dijo que la Iglesia Católica coadyuva en el rescate de los valores de la vida a través de la fe, siguiendo las doctrinas bíblicas y respetando la vida del ser humano.

"Como creyentes está nuestra solidaridad con todos aquellos que sufren y colaboramos todos en este ambiente y cuando nos dicen que qué hacemos, como creyentes se trata de mantener nuestra fe en Dios y vivir como lo pide el Señor; sobre todo en el cuidado de la vida y el respeto de todos e ir haciendo mejores ambientes de convivencia familiar", afirmó.

Para él, las familias de Coatzacoalcos se han unido y atrincherado en sus casas para combatir la delincuencia, por temor a ser víctimas de hechos de sangre; como los últimos acontecimientos en la zona sur, donde organizaciones criminales han cometido actos violentos.



"Lo que veo es que la gente se va organizando; por las colonias veo letreros porque la gente se empieza a unir. Se quedarán para tratar de proteger a los suyos y a su familia", expuso.

Dijo que a pesar de esta descomposición social, las personas no han dejado de salir de fiesta al Malecón o a los antros y cantinas, como si no hubiera pasado nada; la violencia se ha vuelto algo "normal".

Añadió que ante la escala de violencia, varios feligreses han huido de la ciudad para proteger a su familia.



Se ordenan nuevos diáconos

Lo anterior lo dio a conocer en el marco de la ordenación de dos nuevos diáconos en la Diócesis de Coatzacoalcos, en el Santuario de Guadalupe.

Se trató de Gilberto Arellano González, de la congregación de Mundo Nuevo y Daniel Enrique Hernández Morales del municipio de Cuichapa, quienes tras una década de formación eclesiástica en el Seminario lograron egresar y llegar a esta etapa de su formación sacerdotal.



Ahora pasarán dos años en los que los nuevos diáconos llevarán acción pastoral, para que vayan conociendo la vida de la Iglesia y una vez la comunidad religiosa considere que son elegibles para el sacerdocio, serán propuestos y ordenamos como presbíteros.