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Vistosa tradición en Naolinco revive la lucha de moros contra cristianos

La población participa con gran entusiasmo; El “Santiaguero” y Pilatos son los que mandan

Alba Mart?nez Naolinco, Ver. 21/09/2007

alcalorpolitico.com

Con una misa celebrada en la parroquia de este lugar, se inició la festividad de San Mateo, en la que se involucra la mayoría de la población para presenciar y/o participar en la representación del combate de moros contra cristianos, en que la lucha adquiere gran realismo porque los golpes a palos no son simulados, aunque los golpeados llevan fuerte protección. Al finalizar la misa, los católicos salen a presenciar la representación.

Antes de eso, en un domicilio cercano a la parroquia, “se visten” los cristianos, quienes realizan todo un ritual para colocarse las distintas prendas que los identifican, junto con un tocado que en la parte superior tiene la media luna de los musulmanes, debido a que se hace referencia al sincretismo que se generó entre ambas religiones.

Salen al atrio de la iglesia y ahí llegan los moros (los negros, dicen aquí) en donde se inicia el feroz combate.

Los cristianos son comandados por dos personajes: el “Santiaguero”, que simula montar un caballo, labrado en madera y de una sola pieza, éste caballo es muy importante porque si lo rompen, como ocurrió en al menos dos ocasiones, inmediatamente lo reponen con otro de las mismas características y continúa la lucha. El “Santiaguero” es protegido por los cristianos que van a su alrededor, defendiéndolo del ataque de los moros porque se entiende que, si un moro monta el caballo, entonces ellos son los vencedores.

El otro personaje es Pilatos, quien tiene autoridad sobre la población para mantener el orden o evitar que se metan al campo de batalla. Pilatos, además del poder que tiene a la hora del combate, es tradición que aquí en Naolinco, puede entrar a cualquier casa que desee y hacer uso de las cosas que ahí encuentre.

La lucha adquiere gran realismo porque los golpes son secos y su sonido es fuerte. Los cristianos se visten a la usanza oriental de los tiempos bíblicos, en tanque los moros representan diversidad de personajes fantasiosos o de la imaginación actual, sin faltar el diablo, rojo con sus cuernos y cola. Los moros no tienen un líder ni orden en la batalla sino que actúan de manera anárquica y tampoco tienen un lugar de reunión, sino que cada uno llega por su lado a la cita e igual se retira al final.

Es de destacarse que las máscaras son elaborados trabajos de tallado en madera. Hay hombres que han participado en esta representación durante 30 años y que continuarán haciéndolo en tanto puedan someterse al rudo ejercicio.