Vuelven celebraciones eucarísticas a Orizaba, la segunda quincena de septiembre

La Diócesis de Orizaba informó que a partir de la segunda quincena de septiembre, se van a permitir las celebraciones eucarísticas con participación de fieles en un 25 por ciento de acuerdo a la capacidad de cada templo.

Siguen dispensados de la obligación de asistir a la Eucaristía dominical, quienes tienen una enfermedad crónica o que pertenecen a un grupo vulnerable o son adultos mayores, ellos pueden seguir participando a través de plataformas digitales.

A través de la circular número 11 el obispo de la diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, dijo que cada templo deberá contar con un equipo de laicos quienes hagan valer las medidas sanitarias, vigilando que todos lleven cubrebocas, se debe checar la temperatura, aplicar gel antibacterial y pisar el tapete sanitizante.



La celebración será sin coro, ni acólitos y se debe respetar la sana distancia y se debe de ubicar a los participantes en los lugares señalados, para la comunión se va proporcionar gel antibacterial y se va a seguir dando en la mano.

La colecta podrá hacerse después de la comunión, se pide no socializar al finalizar la celebración y retirarse de inmediato sus hogares, así como también proponer horarios adecuados para las celebraciones eucarísticas de modo que se tenga tiempo necesario para sanitizar los espacios como el piso, bancas y reclinatorios.

En referencia a los sacramentos se realizarán de manera gradual y con reducido número de participantes siguiendo todos los protocolos de seguridad sanitaria, por ello se pide que todas las reuniones posteriores a la celebración se sigan las medidas sanitarias responsablemente.



Sobre los bautismos serán partir de la segunda quincena del mes de octubre, los matrimonios a partir de la segunda quincena del mes de noviembre, primera comunión, confirmación, acciones de gracias y fiestas patronales hasta el mes de diciembre.

Sin embargo, se enfatiza que la realización de estas celebraciones así como el porcentaje de participantes, está sujeta a que el semáforo sanitario lo permita.

"Si nos mantenemos con la debida disciplina de no bajar la guardia en las medidas de prevención, podremos seguir emigrando hacia la normalidad, en caso de que la situación de la pandemia rebrote, nos veremos en la necesidad de volver a restringir la atención pastoral", así lo enfatiza la circular firmada por el obispo Eduardo Cervantes Merino y por el secretario canciller, presbítero Juan Carlos Villa Cañedo.