Xalapeños despiden al año “viejo” con cantos y bailes

Mujeres, hombres y niños, aprovechan este día para salir a las calles del centro de la capital con alegres comparsas disfrazadas para cantar el tradicional “Viejo”, esta tradición donde con cantos piden a la gente su cooperación para que les de su aguinaldo.

“Una limosna para este pobre viejo, que ha dejado un hijo, para el año nuevo”, entonan cada que alguna persona deposita una moneda en sus botes.

“Esto ya es una tradición de cada año, el salir a la calle y pedir para el viejo. Es como una forma de decirle adiós al año que termina, ya uno más, y vaya que fue difícil”, señaló Laura Juárez una de las integrantes de la comparsa.

En esta semana, aún hay muchos turistas en la ciudad, quienes miran con alegría estas comparsas que acompañados por latas, panderos, maracas, interpretan las estrofas que emulan al año que se va.

Van disfrazados con máscaras, barbas, sombreros, vestidos, caras pintadas, bailando y arrastrando sus bastones.

Se veían por Enríquez, el Parque Juárez, el Mercado Juáregui, la Plaza Lerdo, así como en las calles del centro donde varios grupos disfrazados cantaban mientras agitaban sus latas con monedas de la cooperación.

“La gente sí coopera, de poco en poco, unas cuantas monedas; pero siempre hay quien tiene gusto de donar para la comparsa. Sobre todo los turistas, son los que más se emocionan”, mencionó José Hernández.

“Lo que juntamos lo usamos para comprar lo que falta para la cena; y si sobra pues lo guardamos para empezar el año bien. También damos algo a quienes más lo necesitan porque sabemos que hay personas que de verdad no tienen nada, ni con qué cenar este día que es muy simbólico. Si podemos ayudar con algo, con gusto lo hacemos”, afirmó Mario Guzmán.

Incluso en algunas tiendas y puestos ya se venden los viejos en forma de piñatas para lo que se considera una tradición en el estado, la quema del viejo.

La tradición dice que la quema nació en Veracruz, con una manifestación de unos trabajadores del muelle, quienes comenzaron a hacer escándalo con latas y cencerros pidiendo aguinaldo. En ese entonces el líder fue sancionado, no obstante, al año siguiente lograron obtener algunos beneficios de sus patrones, con tal de evitar que los trabajadores hicieran mucho ruido.

Otra historia cuenta que nació de la caracterización que hicieron de un coreano que tenía un parecido con una imagen del año viejo que aparecía en uno de los almanaques japoneses que llegaban a Veracruz. Este coreano vestido como año viejo y un niño que lo seguía, desfilaron por las calles y el último día del año se organizó una fiesta con música hasta muy entrada la madrugada y así, la fiesta del coreano se hizo una tradición en el puerto.

Por ello año con año, la gente sale a las calles, toca en casas, comercios así como en plazas o jardines de la ciudad para que la gente coopere. De esa forma despiden al “viejo”, no sólo con nostalgia, sino con alegría y esperanza de que el próximo año, será mejor.