Ya no se roban cruces, pero hay más brujería en panteones de región Nogales

El robo de cruces de metal, figuras de cerámica y lozas en los panteones ya no figura en la lista de incidencias de los cuidadores. En cambio, lo más denunciado es el hallazgo de “trabajos o brujería” que encuentran en las instalaciones.

La coincidencia en los Panteones de Ciudad Mendoza, Nogales y Río Blanco tiene esta vertiente. De acuerdo con veladores y administradores, a los panteones de ésta región ingresan personas que utilizan las instalaciones para enterrar fotografías, muñecos, pertenencias y ropas de personas a quienes creen que así harán algún mal.

Respetando el anonimato de quienes se atreven a declarar, la coincidencia es clara, se trata de trabajos de brujería en contra de personas, bajo la creencia que al sepultarlos en Panteones se busca hacerles un mal, por lo cual muchos de éstos son retirados.



“En los 25 años que tengo trabajando, nunca había tenido tantos encuentros con estos trabajos. En los últimos dos años pienso que se ha incrementado ésta practica, pero no hemos encontrado a los responsables de esto. Yo personalmente le he informado a dos conocidos de que sus fotos fueron encontradas enterradas”, comentó.

En los terrenos de Río Blanco y Nogales la situación es similar. Al año se llegan a encontrar entre siete y nueve “trabajos” al momento de abrir una nueva fosa, otros son dejados con veladoras o atravesados con alfileres en los troncos de algún árbol, coinciden.

Con todo ello, los administradores de panteones han girado instrucciones para retirar todo artefacto hallado, sin embargo, quienes ahí trabajan señalan que eso los hace propensos a contraer lo que llaman “un aire malo”.



“Es como los que trabajan recolectando la basura. Llega el momento en que el olor, los contaminantes te enferman, así nosotros estamos expuestos a estos males que los hacen personas que no tienen buenas intenciones y que trabajan para hacer el mal”, señaló un sepulturero de nombre Joel “N”.