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Sección: V?a Correo Electr?nico

Yo también soy antidoping

Arturo Reyes Gonz?lez Xalapa, Ver. 29/05/2012

alcalorpolitico.com

La noticia me sorprendió como a muchos ciudadanos que leemos los portales informativos y los medios de comunicación: antidoping o examen toxicológico para todos los funcionarios de todos los niveles, por instrucciones del mero mero, el que manda, el que paga.

De inmediato me viene a la mente un rápido repaso de imágenes, de nombres, de rostros, de “amigos” o compañeros que he conocido y sigo conociendo y que trabajan en alguna dependencia de la actual administración.

Voy repasando la lista de nombres y voy descartando, Lupita… mmm, no, no creo, ella no, estaba siempre alterada, demasiado diría yo, y de todos sospechaba pero debió ser parte de sus problemas políticos personales, de su personalidad; eran otros tiempos en los que ser amigo de Fidel era hasta peligroso; ¿Dany?, no, Dany no, ese es obsesivo compulsivo, un buen tipo, apasionado del trabajo, no, nunca jamás, eso sí muy entregado.

A ver, a ver, ¿Raúl?, no, Raúl tenía esos ojos y ojeras producto del cansancio, siempre rojos fidelidad por sus trasnochadas pero jamás cometió ningún sobresalto que nos hiciera pensar en drogas, sus gustos eran digamos que diferentes, lo cual hoy en día no es pecado.

Hilario, no, tampoco, ese sí se cuidaba lo más que podía para aguantar a cubrir las dos plazas que sí trabajaba y los extras de chamba que se aventaba por ahí, lo flaco estoy seguro era por la friega y no por que fumara algo.

¡El Gera! (diminutivo de Gerardo), no, no, creo que ese era bueno para conseguir las notas y facturas para comprobaciones de gastos pero nada mas, no creo que se haya involucrado con algo que se vea reflejado en un examen de este tipo.

¿El Quique?, no, Quique se vuelve loco pero creo que es por puro alcohol, como dicen, creo que ya tiene la lamina muy delgada de tanto liquido corrosivo, creo que ese primero se echa un aguarrás que una droga, el daño ya es por las cantidades industriales cual alambique para destilación, será un borracho agresivo pero no drogadicto. Sí, ya sé que también es una adicción, pero el examen lo pasa sin problemas.

El buen Eugenio, no, también puede ser alcohólico pero nada más y el mísero sueldo que gana no creo que le da para algo más caro que la pachita de la tienda de la esquina.

¡Mario!, no, pensándolo bien no, ese es de ambiente y bebedor social pero no creo que sea por drogas su cambio amanerado cuando toma.

¡No, definitivamente no!, no creo conocer a alguien, amigo cercano o solo conocido que sí consuma algún tipo de estupefaciente o narcótico, al menos en apariencia no, conozco a muchos empleados del aparato gubernamental, pero creo que la cantidad que proponga, sea cual sea, puede ser relativa, para algunos quizá resultarían ser muchos mientras que para otros pocos, de hecho yo he afirmado que en una gran mayoría son prácticamente los mismos pero se van cambiando de oficina a lo largo del tiempo.

¿No lo ve así? No se le hace familiar o conocido cuando se encuentra a algún ex compañero de trabajo del gobierno del estado y lo primero que les preguntan es: ¿y ahora dónde estas? Y el 99% de los casos te recitan alguna oficina de la estructura de gobierno.

Pero bueno, regresando al tema del examen toxicológico obligatorio, creo que tras comentar el punto con otros compañeros, coincidimos: no habrá mayor problema, serán pocos los empleados que no lo aprueben.

Eso sí, habrá empleados alcohólicos, mujeriegos, golpeadores de mujeres, padres desobligados que no pagan la pensión familiar, mentirosos, corruptos, creídos, miserables, conflictivos, flojos, transas y rateros, ¡pero drogadictos no… gracias al Creador!