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Columnas y artículos de opinión
Elijamos por la concordia o la discordia
Luciano Blanco González
10 de junio de 2016
alcalorpolitico.com
El mejor Champagne para brindar alegremente por el azaroso y asombroso éxito del triunfador en la batalla, perfumadas guirnaldas y vistosos laureles se colocarán imaginarios sobre la bruñida testa de quien obtenga en su momento la preciada sentencia del Tribunal Electoral sobre el resultado de las elecciones, cuando concluya de manera inapelable el proceso electivo, cuyo final será allá en la víspera del relevo gubernamental del poder Ejecutivo y Legislativo del Estado de Veracruz.
 
El fallo inobjetable será después del minucioso análisis jurídico que sobre cada uno de los recursos interpongan los interesados en sanear totalmente la corrida, que sobre la voluntad soberana del pueblo, se acaba de realizar en las urnas, es decir las elecciones se judicializarán, tanto las de diputados, como la del Gobernador.
 
Antes no, quienes dan por hecho lo que se aprecia a simple vista y se vocifera a todo volumen, o buscan con su interesada opinión una jugosa chamba a futuro, poniéndose del lado del virtual, o aprovechan la influencia mediática para derramar sus vengativas frustraciones por los agravios recibidos de una administración o de un partido que no es a su gusto. En una u otra situación, ignoran o pretenden ignorar que el proceso está sustentado sobre un conjunto de normas que se deben de cumplir en tiempo y en forma.
 

Máxime cuando tenemos que admitir que la autoridad organizadora y sancionadora de la jornada, a pesar de las limitaciones económicas a que está sometida, está haciendo su trabajo con suma pulcritud, llevando -con sus consabidas excepciones- al extremo la validación de cada uno de los votos emitidos, con un escrupuloso examen, por cuya cuantía millonaria de boletas, actas, paquetes, recursos y el esfuerzo humanamente posible, hará que en algunos casos le tome más tiempo del normal el determinar la validez legal que a cada sufragio corresponde. Emitiendo hasta entonces la consecuente constancia de mayoría y las actas de cómputo y escrutinio.
 
Pero si es de esta manera, será difícil que se cuestionen y se revisen sus resoluciones, ya que en el análisis de verificación, estamos implicados todos quienes creemos en la democracia, si ésta, está avalada por una incuestionable imparcialidad como es el caso y si estamos representados como lo estamos, con una responsable representación a través de los partidos políticos.
 
Que los resultados nos darán alegría, es cierto, que nos darán coraje, también es cierto, pero nuestras pasiones no deben de demeritar un trabajo meditivo y evaluativo a conciencia, que se percibe en la disposición del OPLE, para acceder a investigar el más mínimo reclamo sobre detalles a veces intrascendentes, para disipar la mas pequeña sospecha, revisando todo lo cuestionable, si así fuere lo que sigue será una simple tramoya con exposición de sandeces insubstanciales, juicios de protestas sin sentido real, necedades absurdas expuestas en irracionales litigios, basura envuelta en vistoso y deslumbrante oropel. Pero en fin, Necios habemus y de a chingo.
 

Por lo expuesto es fácil concluir que no estamos aún, en condiciones de hacer un juicio más o menos certero sobre los resultados arrojados en las urnas y cuyos números, leídos atropelladamente en la intención de ser los primeros en tener la verdad, con los errores que arroja la prisa y con el valor incierto de lo preliminar, por lo mismo no nos dan certeza para tomarlos con la pretendida contundencia de definitivos. Esperemos pues.
 
Pero si la vorágine de la noticia y de los acontecimientos nos llevaran a tomar por válidas todas las afirmaciones mediáticas, experimentaríamos en principio un regocijo indescriptible por las expectativas que en manos del sembrador, parecen ser semilla fértil para hacer renacer la concordia y la unidad entre los veracruzanos, cuando en su primer discurso como virtualmente electo como gobernador Miguel Ángel Yunes, dijo: “Las elecciones suelen generar diferencias de opinión y muchas veces enconos, es propio de la democracia, pero esto no puede prolongarse para siempre, transcurrida la elección debe llegar el momento de la unidad y del esfuerzo común, para alcanzar las metas que nos hemos planteado los veracruzanos.
 
“Hago un llamado a los veracruzanos, a cualquiera que sea su militancia política, a los veracruzanos, que sumemos nuestras voluntades para que Veracruz salga de la grave crisis que nos afecta. Los electores dispusieron que por primera ocasión hubiera alternancia”, dijo al recordar que tendrá el honor de encabezar el primer gobierno que no es priísta.- Me pregunto, ¿Están llamados todos? Inclusive el PRI, MORENA, Héctor Yunes, Alba Leonila, Juan Bueno, Alejandro Cuevas, no, no creo que también el señor gobernador Duarte, Fidel Herrera y todos sus colaboradores que también son veracruzanos. Y a quien parece incluir en esa vereda rebosante de perfumadas flores y de promisorias esperanzas que lo hacen ver grande, de buenas ideas y propósitos y entre quienes lo temen y lo admiran vieron un auténtico propósito de conciliación y una oportunidad de acercamiento como el señor Gobernador del Estado que a propósito de la oferta y con motivo del Día de la libertad de prensa expresó:
 

“Hoy comprobamos que somos un pueblo maduro, con instituciones sólidas y confiables. Hemos demostrado al país entero que los veracruzanos creemos en la democracia y que creemos que es la única vía para dirimir nuestras diferencias y edificar el futuro que queremos”, expresó al reconocer la altura de miras de quienes participaron en el proceso electoral y celebrando su genuino compromiso con Veracruz (¿Miguel Ángel?) quien tomándole la palabra en respuesta aseveró "Ahora es tiempo de la reconciliación y de la unidad. Quiero convocar a todas las veracruzanas y veracruzanos, independientemente de su filiación política, a mantener la unidad y el trabajo en los meses por venir”.
 
Sin embargo para no negarse asimismo, interpretando la voluntad de los veracruzanos que realmente queremos la unidad y que nos colocamos por encima de insanos sentimientos de venganza y de las insensatas especulaciones de incalificables saqueos y supuestas malversaciones, que nos dibujó el candidato Miguel Ángel Yunes, con furibundas diatribas, con un lenguaje enfebrecido que revolvió a Veracruz, con la cuestionable bandera de la honestidad, prometiendo castigar severamente a quienes han saqueado al Estado, inclusive amenazando con meter a la cárcel al gobernador Javier Duarte, con un manifiesto discurso intimidatorio, “a mí no me tiembla la mano, sé cómo hacerlo” “Yo soy hombre de palabra” algún partido en sus spots, se atrevió a insinuar que él, sí tenía bien puestos los…?
 
Hizo creer y sentir al electorado que ser Gobernador, es ser un hombre todo poderoso que colocado sobre un sistema de leyes puede hacer y deshacer lo que le plazca, con razón o sin ella, perseguir y encarcelar a quien guste, poner y quitar funcionarios a su entero capricho, disponer de vidas y haciendas a su pinchisima voluntad, sin límites ni restricciones de ninguna naturaleza.
 

Eso fue como candidato, ahora ya percibimos en el Virtual, el sentido lógico del jurista con sentido común y atado fatalmente a un Estado de Derecho que le impone: términos, modos y formas, obligaciones y derechos, no tan solo al titular, si no también a los gobernados, a quienes somete al rotundo imperio de la ley y sobre cuya potestad nadie, ni el gobernador, en el extremo, ni el Presidente de la Republica ni nadie pueden colocarse, sobre o al margen de ella.
 
Así hay que interpretar las declaraciones del Virtual, a la reportera Elizabeth Mellado el pasado día 7, publicadas en el portal de alcalorpolitico, “El candidato de la coalición PAN-PRD y virtual ganador de la Gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, aseguró que cumplirá su palabra de hacer justicia contra quienes han saqueado a Veracruz…”
 
El Diputado federal con licencia aseguró que cumplirá su palabra de proceder legalmente contra el gobernador Javier Duarte de Ochoa y retirar de su cargo al fiscal Luis Ángel Bravo Contreras en cuanto tome posesión como mandatario estatal.
 

La terminología de la hasta ahorita, última declaración del Virtual, revela un salto de la barbarie retórica de campaña, a una actitud civilizada y de apego a la ley, no es lo mismo decir meteré a la cárcel al gobernador, a decir PROCEDERÉ LEGALMENTE, esto es, que no arribaría al Palacio de Gobierno custodiado de una policía servil y arbitraria y sin previo juicio, detener y encarcelar al funcionario junto con sus presumibles colaboradores, también culpables. No, lo que ahora el Virtual nos dice es que procederá legalmente y esto quiere decir que imperará el Estado de Derecho para dilucidar las presunciones de mal uso de los recursos públicos y que el ahora gobernador Duarte, gozará de todas las garantías de legalidad, para desahogar y descargar las pruebas de su inocencia, como hasta ahora lo a hecho, mediante el debido proceso judicial o administrativo.
 
Si fuera el caso de que el Virtual se convirtiera en real, habría que decirle que el Fiscal del Estado es por disposición de la ley, totalmente autónomo en términos de la Constitución Local que lo configuró así, precisamente para evitar que el persecutor de los delitos no sea utilizado con fines políticos. Que ignoramos cómo lo vaya a quitar, pues su duración en el puesto es de 9 años (Artículo 67 de la Constitución Local) en cuyo término es inamovible, a menos que haya ausencia absoluta (muerte) temporal, (licencia o renuncia) y finalmente con el voto de las 2/3 partes de los miembros que integran el Congreso, mediante juicio político, acordar su destitución, (Artículo 77 de la Constitución Política Local) que establece también la responsabilidad de los funcionarios públicos, durante el tiempo de su encargo o dentro de un año a partir del momento en que éste concluye.
 
Anotar que al Fiscal General Del Estado no lo nombra el Gobernador, lo designa el Congreso Local mediante un complicado mecanismo, con la intervención del Gobernador y con el acuerdo de las 2/3 partes de sus miembros presentes, lo que le dificultaría cualquier inclinación o favoritismo sobre determinado individuo, ya que la fracción que el Virtual encabeza, aún en alianza, no representa ni siquiera la mayoría simple, pudiéndose dar el caso de que coalicionados sus opositores en el Legislativo, reviertan cualquier medida que el Ejecutivo desee imponer.
 

Lástima que entre lo aparente, lo virtual y lo real, existan diferencias abismales, la rogada concordia y unidad que proclaman nuestros líderes políticos, recibe a cada momento descargas estruendosas de petardos venenosos que quebrantan el ánimo de armonía, que debería de campear entre la población, provocando letales fisuras que concluirán en una explosión de pasiones y ánimos incontrolables.
 
Siempre en la historia de este país, se ha tratado al posible sucesor con algodones, con guantes satinados de tal manera de no provocarle el mínimo raspón que pudiera impacientarlo posteriormente, el príncipe es tratado con respeto, con finura, los cortesanos y la plebe le rinden admiración al seguro sucesor que al asumir el reinado, premiará la diligencia de sus aduladores y castigará severamente a quienes no le guarden respeto y consideración.
 
La verdad se le pasó la mano al gobernador Duarte al pronunciar su histórica Catilinaria del día 9, cuando dijo: “Cada quien es responsable de sus acciones y protagonista de su pasado y su presente y eso parece olvidarlo quien hoy agrede y vocifera… (¿Miguel Ángel Yunes, Andrés Manuel López Obrador, Cuitlhuac García, Héctor Yunes?) “Hay quienes tienen un pasado de corrupción y perversiones que tratan de ocultar tras un falso y un ridículo disfraz de vengador justiciero”, (¿El Virtual?) agregando: “Como político y como gobernador, entendí y respeté en todo momento a los partidos y a sus candidatos. Cumplí con mi responsabilidad institucional de no interferir en el proceso electoral, posterior al proceso he escuchado los mismos ataques y mentiras usados como arma electoral durante la campaña y ha continuado la política de acusar sin pruebas, de denostar sin fundamento y de agredir e insultar a mi persona y a mi gobierno”.
 

Una cosa es la propaganda electorera basada en la infamia y la acusación sin bases y otra muy distinta probar los dichos. (Ángeles González alcalorpolitico.com).
 
Cuando un gobernante acosado fieramente por sus enemigos, habla de esta manera, envía varios mensajes cifrados, el más importante es el de que tiene calidad moral para hablar en esos términos y posee la suficiente fuerza y respaldo político para plantarse de esa manera, proclamándose inocente de todo señalamiento hecho en campaña, que tuvo que soportar por su investidura, pero que no le amilanan ni le intimidan los millones de votos que recibieron los falsarios, por los acentuados pronunciamientos en su contra.
 
Su tono, no fue amenazante, pero ya fuera de campaña quiso decir, es otra cosa y cualquiera que continúe en la citada frecuencia puede ser llamado ante la Fiscalía, para que puntualice y acredite su dicho y de no ser cierto se atenga a las consecuencias penales. Particularmente creo que después de que se atropelló la majestad del Senado en Coatzacoalcos, por un simple Secretario de Seguridad Pública, qué no podrá hacer, para hacerse respetar, quien detenta el Ejecutivo, contra un Virtual.
 

En fin que ahora se abre un nuevo capítulo para la libertad de expresión que comienza a pintar turbulento, si el Virtual cae en el juego de la provocación, las consecuencias serán siniestras, ojalá y para que el Estado no caiga en un lamentable derrotero de denuestos, se afinen los contrarios y lejos de toda palabrería cada quien haga lo que en derecho le corresponde hacer, sólo los locos y los borrachos dicen lo que van a hacer, los sabios y los políticos prudentes, se refugian en el silencio y en el tiempo actúan sin alertar a su adversario, hasta acabarlo. Reine pues el silencio, hágase la armonía y en materia electoral que hable la Ley. –Por el bien de la causa.
 
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