29 de febrero de 2012
alcalorpolitico.com
Es una lástima que tanto «Toño» Andere como Jorge «Sony» Alarcón ya no estén entre los mexicanos vivos. Estos narradores, que acompañaron los mejores años de la «Época de Oro» del boxeo mexicano, serían los más adecuados cronistas para narrarnos el desenvolvimiento del proceso electoral federal en marcha. Los políticos mexicanos, dirían los antiguos, «parecen gallitos de pelea». Tan sólo de ver pasar su sombra, inician un pleito.
Andere y Alarcón nos ofrecerían una inteligente, culta y emotiva narración de los pleitos electorales, enmarcando cada episodio con remembranzas históricas puntuales de los antecedentes y los resultados que produjeron acciones similares a las que ahora vivimos. Pero lo harían con una ventaja. En lugar de los gritos histéricos, las sesudas interpretaciones, augurios fatalistas y las desgarraduras de vestidos de los actuales comentócratas, nos proporcionarían una entretenida descripción, más objetiva y mucho más emocionante, acorde con la tragicomedia electoral mexicana.
Toño y Sony nos narrarían la historia de las peleas y el tipo de boxeo de esta reencarnación del «Ratón» Macías, el boxeador/actor/boxeador, verdadero ídolo de las multitudes, quien confesaba con sinceridad: «todo se lo debo a mi manager»…, Don Arturo Montiel y, al igual que el «Canelo» Álvarez,… «a la Virgencita de Guadalupe» o sea Televisa, y que cuando se enfrenta a rivales que lograban «conectarlo con firmeza» se comporta igual que los famosos y frágiles Mauro Vázquez, el «Adonis del boxeo» suspirante eterno a la corona nacional welter, vapuleado por el «Canelo» Urbina, y el no menos «carita» , Jorge «Blatting» Torres, retador a la corona mundial de peso ligero, masacrado por el «Zurdo» Ortiz, puertorriqueño que se convirtió en leyenda mundial del boxeo: a la primera finta, y al primer jab, seguido de una combinación derecha-izquierda al «Plexus Solar», en la primera pelea no arreglada, no recuerda ni los tres primeros números de la «cuenta de protección».
En el mismo tenor, las voces inconfundibles que hacían heroicas las funciones sabatinas de la Arena Coliseo, allá en Perú 77, en el centro de la Ciudad de México, o de la Arena México, en la «famosa Colonia Doctores», narrarían el regreso del émulo del «Toluco» López, ídolo natural de los pobres, desafiante de las glorias del stato quo formado por el mismo «Ratón» Macías, José «Jou» Becerra y el «Huitlacoche» José Medel. Sin publicidad, o mejor, sin mercadotecnia, el «Toluco», como López Obrador, causaba furor con sus peleas y era seguido por millones de aficionados que paralizaban las actividades productivas y diversiones con tal de verlo pelear. Nunca imaginó el «Huitlacoche» Medel el repudio de buena parte de la afición, que lo acompañaría toda su vida, por haber vencido al «Toluco» López, igual como le sucedió a Felipe Calderón con su victoria sobre López Obrador. ¿Cómo narrarían Andere y Alarcón el regreso del nuevo «Toluco», ya envejecido, cansado, con cicatrices profundas que se abren con un simple jab y que hacen aflorar la sangre en la cara del antes ídolo de los izquierdistas?.
Sin duda lo más excitante es tratar de imaginar el asombro de estos titanes de la narración para darnos noticia del arribo a la escena mundial del boxeo de mujeres mexicanas. No sólo por la calidad y valentía de Ana María «La Guerrera» Torres, ejemplo de pundonor, de deseos de victoria, de voluntad de trascender. Ni tampoco exclusivamente por la agilidad y belleza y firme elegancia de Jackie «La Princesa Azteca» Nava, ambas campeonas mundiales. La sorpresa para estos dos recordados comentaristas, cultos y de lenguaje basto y elegante, se las daría Josefina «El Ángel Exterminador Azul» Vázquez Mota. ¿Qué dirían de esta sobresaliente por inteligente boxeadora, que ha decidido pelear por el campeonato nacional de México, sin límites de categoría o peso, y en contra de ¡boxeadores!?.
[email protected]