3 de junio de 2013
alcalorpolitico.com
Que la inexperiencia política produce pérdidas a las sociedades nacionales y locales es un hecho tan fehaciente como la ganancia que también obtienen quienes, experimentados, ocupan los cargos públicos para provecho propio. Esa es una aclaración que hago sobre mi artículo anterior: no confundo la inexperiencia con la corrupción, sólo destaco cuánto daño producen a la colectividad, cuando se juntan, por ignorancia o intencionadamente.
Si los políticos “ignoran” --con propósitos electorales-- los riesgos de una política riesgosa para el equilibrio necesario en una economía “mundializada” son tan graves que pueden dar al traste con años de crecimiento en conglomerados supuestamente eficientes como la Unión Europea: España, Portugal, Grecia.
Pero una cosa es considerar, los impactos mundiales y otra las pérdidas nacionales, estatales y municipales en un país como el nuestro. Allá los políticos causantes pagan sus acciones, en cambio aquí los únicos perdedores suelen ser los mismos: trabajadores del campo y la ciudad, profesionistas, y jubilados. Los grandes financieros solo cambian de país su inversión, mientras nosotros pagamos el FOBAPROA.
No es tarea sencilla entender las economías locales y nacionales, sin considerar su poder y capacidad de acción. Nuestros estados y municipios, que corresponden a un esquema orgánico ineficiente: exceso de municipios y estados y poca capacidad de recaudación – salvo el D.F.- no tendrán cómo afrontar sus prioridades si el Congreso de la Nación no plantea una reforma política y financiera integral y de fondo.
Mientras tanto los de “a pie”, los ciudadanos ¿Qué hacemos?
Es tiempo de conocer y actuar.
Si los políticos “ignoran” --con propósitos electorales-- los riesgos de una política riesgosa para el equilibrio necesario en una economía “mundializada” son tan graves que pueden dar al traste con años de crecimiento en conglomerados supuestamente eficientes como la Unión Europea: España, Portugal, Grecia.
Pero una cosa es considerar, los impactos mundiales y otra las pérdidas nacionales, estatales y municipales en un país como el nuestro. Allá los políticos causantes pagan sus acciones, en cambio aquí los únicos perdedores suelen ser los mismos: trabajadores del campo y la ciudad, profesionistas, y jubilados. Los grandes financieros solo cambian de país su inversión, mientras nosotros pagamos el FOBAPROA.
No es tarea sencilla entender las economías locales y nacionales, sin considerar su poder y capacidad de acción. Nuestros estados y municipios, que corresponden a un esquema orgánico ineficiente: exceso de municipios y estados y poca capacidad de recaudación – salvo el D.F.- no tendrán cómo afrontar sus prioridades si el Congreso de la Nación no plantea una reforma política y financiera integral y de fondo.
Mientras tanto los de “a pie”, los ciudadanos ¿Qué hacemos?
- Necesitamos saber cómo se distribuye el presupuesto nacional.
- Que competencias hacendarias debieran de asignarse a las entidades federativas y a los municipios, de manera irrenunciable.
Es tiempo de conocer y actuar.