Gobierno debe crear condiciones de diálogo con el magisterio y liberar a dirigentes

El Gobierno Federal tiene que crear condiciones para el diálogo con el magisterio, y entre éstas condiciones está, en primer lugar, la liberación de sus dirigentes, que se encuentran “en cárceles de alta seguridad, como si fueran delincuentes”, advirtió el historiador y especialista en la política de educación básica y normal del Colegio de México (COLMEX), Alberto Arnaut Salgado.

“Porque si no lo hacen ¿con quién van a dialogar?, ¿O va a ir Aurelio Nuño al penal de Hermosillo para dialogar con los dirigentes de Oaxaca y Michoacán? Eso sería absurdo, el diálogo en un penal de alta seguridad”, deploró.

La segunda condición para el diálogo es dejar sin efectos los despidos de quienes se negaron a someterse a una evaluación punitiva e indignante para el magisterio, exigió.



En tercer lugar, se deben dejar sin efectos los despidos que actualmente se procesan de los profesores que se fueron al paro para exigir el diálogo. Y sólo entonces, advirtió, se crearán las condiciones para un diálogo necesario.

Incluso, pidió que se suspenda la evaluación educativa mientras duran las mesas de diálogo, sobre todo, la evaluación más punitiva, que es la evaluación del desempeño, “que no evalúa el desempeño, sino que está echando del servicio a decenas de miles de maestros. Eso sería muy importante”.

Recordó que no sería la primera vez que se suspendiera esta evaluación, pues ya sucedió durante el proceso electoral de 2015; y este año, en varias ocasiones también se ha suspendido, a conveniencia de los intereses del partido en el poder.



Alberto Arnaut exigió desde Xalapa, donde se lleva a cabo el Congreso Nacional de Escuelas Normales, que se suspenda una vez más para que se escuche a maestras y maestros del país, porque este sí constituye el interés superior de la nación y de la educación pública en México.

Exigió que se dé al magisterio el mismo trato que se da a los empresarios que fueron al Ángel de la Independencia a protestar contra una ley del sistema anticorrupción de Peña Nieto, de los cuales dijo que apenas llegaron a 30. “Esa es una ley que apenas habían aprobado hacía tres días, pues llegó el momento de reformar la reforma educativa, que no es educativa, después de tres años de vigencia”, lamentó.

Insistió en que el Gobierno Federal y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) tienen que escuchar al magisterio, no sólo a los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que tiene derecho a ser escuchada, sino al conjunto de maestros y maestras del país, quienes no han participado en el diseño ni en la operación de la reforma educativa.



Denunció que la única participación que hasta ahora se les ha pedido a los maestros y maestras del país ha sido someterse a la evaluación educativa, so pena de ser despedidos de su trabajo. Lo peor es que castiga a los maestros de mayor antigüedad en el servicio y de mayor edad, repudió.

Alberto Arnaut exigió, por último, que el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, “deje de comportarse como el comandante en jefe de toda la fuerza pública en contra del magisterio, y que se asuma, por los días o semanas que le queden como Secretario – todavía tiene tiempo – como auténtico Secretario de Educación Pública, así sea para honrar a quienes le antecedieron en el cargo”.