Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Hay peligro en redes sociales; aumenta la ambición de poder y la lujuria: Arzobispo Hipólito

- Tentaciones conducen al pecado, por eso debe hacerse oración, exhorta

- Debemos acordarnos que somos débiles, pecadores y no dejarnos seducir por el mal, aconseja

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 17/02/2013

alcalorpolitico.com

Durante su homilía dominical, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, exhortó a los fieles para aprovechar este tiempo de Cuaresma y reflexionar sobre sus pecados; sólo de ese modo, será posible que eviten las tentaciones y se conviertan en personas no sólo apegadas a la fe, sino que busquen el beneficio tanto personal, como social.

“La tentación es algo que trata de seducir para salir del camino de Dios. Hay tres ídolos actuales que son poder, tener y placer. El peor de ellos es el poder porque con él se puede tener todo lo demás. El tener es acumular bienes que en ocasiones no se utilizan. La cuestión es tener cada vez más, y el placer cae en la sensualidad, la sexualidad y la bebida”.

Mencionó que los niños y jóvenes están expuestos a diversas tentaciones a través de las redes sociales, los antros, así como cuestiones de droga, narcomenudeo que, desgraciadamente, se han convertido en hechos cotidianos.

Del mismo modo, la tentación afecta a los adultos jóvenes y a las personas de la tercera edad quienes tienen que vencer la tentación tanto del desaliento como del desánimo.

El arzobispo dijo que la tentación es como una invitación sencilla, se ve como algo bonito, que puede incluso llegar a considerarse. Es ahí cuando viene la etapa del consentimiento.

“Viene primero la tentación, si la empezamos a platicar, empezamos a resbalar y si consentimos, cuando decimos que sí, ya estamos en el pecado. Los malos pensamientos son como la viborita que nos está invitando a pecar”.

Reyes Larios enlistó los pecados capitales donde la gula se refiere a comer y beber en exceso. Pese a que la comida es necesaria, hay que comer para vivir y no vivir para comer.

“Cuando exageramos y comemos demasiado, aunque estemos enfermos, caemos en la gula”.

Destacó que la lujuria es uno de los más fuertes y que actualmente padece mucho la sociedad.

“Esa tendencia a la relación de la sexualidad, es de las más explotadas en la humanidad. Vemos cosas deplorables como abuso de niños, trata de blancas, prostitución, orientación de género y adulterio; cuestiones muy fuertes en hombres y mujeres”.

De la envidia aseguró que se trata de querer lo que tienen los demás, es decir, lograr el éxito o querer quitárselo a quien lo tiene: “inclusive hay quienes envidian el cargo de su prójimo”.

Señaló que otro de los pecados es la tristeza que deriva en depresiones o quienes dicen que son bipolares.

“Hay que tener cuidado con eso, porque es uno de los peores demonios que nos azotan; algunas personas llegan al suicidio, a todas las edades”.

También habló sobre la pereza, la vanidad, la ira y la soberbia, diciendo que Jesús nunca dialogó con los pensamientos negativos, sino que inmediatamente respondió. Por ello el llamado a los fieles para que no se dejen seducir con pensamientos negativos.

“Debemos acordarnos que somos débiles, pecadores y no dejarnos seducir por el mal. Que el Señor nos ayude en tiempo de Cuaresma para revisar cuál es nuestro defecto dominante. Piensen en aquello en lo que ordinariamente confiesan, de ahí viene los demás. Por eso se nos propone la oración, el ayuno de aquello que más nos agrada y ser generosos con los más necesitados”, concluyó.