La generosidad de Pepe Yunes, que le reconoció Beltrones en San Julián

Alcaldes, diputados, dirigentes, funcionarios, exfuncionarios, empresarios, amigos muchos, y por supuesto los aspirantes y los suspirantes al proceso electoral del 2016, -otros al 2018-, llegaron al rancho San Julián de la familia Yunes en espera de que se dieran señales de quién sería el candidato y al final, las hubo, al final, Manlio Fabio Beltrones dijo: “¡Héctor, Felicidades!”.

Pocos escucharon, pero así fue. El gobernador Javier Duarte, poco antes de que todos abordaran sus camionetas literalmente jaló de la manga a Pepe para que se acercara al círculo que habían formado Alberto Silva, Héctor, Manlio y él.

Ahí, le expresó al presidente del tricolor que Pepe había sido el factor de unidad y el sonorense le agradeció su generosidad. Parecía un mensaje en clave, pues no estaban solos. Se limaron asperezas y se espera que así sigan las cosas de aquí a enero, tiempo que marca la ley electoral para definir al candidato a gobernador.



Fue una tarde de neblina muy cerrada pero sin lluvia; la comilona (como gustan llamarle a estas reuniones) estaba planeada para unos 40 comensales y al final fue para unos 200 políticos, de los cuales algunos eran invitados, otros se hicieron invitar y al final, hasta los reporteros logramos colarnos. Camarones con salsa de tamarindo, acompañados de jícama en juliana, una crema de frijoles bayos con un delicioso queso de cabra y tiras de tortilla doradas. El plato fuerte, medallones de carnes, algunos de pollo, otros de res y también, lo que es el sello de la casa: ¡tamal de cazuela! y para cerrar, pastel de chocolate con helado de vainilla y café.

Al centro, una mesa principal en la que sentaron a todos aquellos que en columnas políticas y redes sociales han levantado la mano: Tomás Ruiz, Adolfo Mota, Erik Lagos, Héctor y Pepe Yunes por supuesto, para compartir el pan y la sal –los tequilas y el cognac que los meseros sirvieron generosamente- con sus dirigentes, con sus líderes morales, con el Gobernador, con el Presidente nacional del PRI.

Habían sido meses y meses de tensión entre el Gobernador y los senadores; el más reciente desaguisado fue el de la caña de pescar en el acto cenecista, que motivó que Héctor -unas horas después-, en la Universidad de Xalapa, volcara su hígado en contra del primer priísta haciendo toda clase de acusaciones y expresiones, pero hoy, hoy alguien tragó sapos y de su boca sólo salieron carcajadas y hasta abrazos para demostrar una sola cosa: irán en unidad.



Fueron varias horas de plática entre amigos venidos de todos lados para conocer hacia dónde se inclinaría la balanza; pocos sentían el frío que por oleadas, pasaba entre el rebaño de ovejas que, gruesas de lana, pastaban en los amplios potreros, pero de todos modos, el paraíso tricolor no podía durar mucho por los riesgos del camino y al final todo está más claro: el candidato será Héctor. Ahora Pepe irá por el 2018.

Don José Yunes fue el amable anfitrión que se sentó enmedio de Pepe y de Héctor, frente al Gobernador y al presidente nacional del PRI. En esa misma mesa algunos expresidentes del instituto político como Amadeo Flores, Carlos Brito, Erika Ayala, Jorge Carvallo, sin olvidar al presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Nicolás Callejas Arroyo.

También estuvieron por ahí el abogado de los 400 Pueblos, Reynaldo Escobar, columnistas de diversos medios de comunicación, la colada Bertha Hernández y el diputado de Alternativa Veracruzana, Francisco Garrido Sánchez, el dirigente petrolero Carlos Vasconecelos, el rector de la Universidad de Xalapa, Carlos García Méndez, los descendientes de Cirilo Vásquez, entre muchas otras figuras políticas de la geografía veracruzana.