Los migrantes son el fruto de países sin justicia, paz ni misericordia: Cervantes Merino

Los migrantes son el fruto de países sin justicia, paz, misericordia y sin oportunidades de empleo para que la gente pueda tener una calidad de vida digna, indicó el obispo Eduardo Cervantes Merino, quien acudió este lunes a la comunidad Buena Vista en donde se efectuó el cierre del Año de la Misericordia del decanato de Ixtaczoquitlán.

Entrevistado previo a la llegada de dos procesiones de pobladores de diversas comunidades y congregaciones de este municipio, indicó que la indiferencia, tanto de la estructura del Estado, como del corazón de los creyentes, se hace evidente en el trato y el poco interés por los migrantes.

"Vamos encontrando que las estructuras sociales están marcadas por el egoísmo, un mundo sin Dios y el resultado es agresión contra los seres humanos”, por ello apuntó que es necesario que se siga la línea de trabajo de la Iglesia, guiada por el Papa Francisco, que exhorta a ejercer la misericordia, en este sentido, para con los migrantes.



"Hemos tenido actividades, reflexiones, oración, eucaristía, formación de los grupos sobre el centro fundamental de la vida cristiana que es la misericordia. La función de un cristiano es ser imitador pleno de Jesús “y él dice que el modelo es nuestro Padre Celestial que hace salir el sol para buenos y malos”.

Finalmente, indicó que durante los últimos días han efectuado diversas actividades en los decanatos como parte de la conclusión de este año dedicado a la Misericordia, y hoy le tocó al de Ixtaczoquitlán, que con base en el Evangelio decidió pensar en los migrantes, porque esa porción de la escritura habla de hospedar al forastero y ahí se ejerce el don antes mencionado.