“Alas de Gigante”, novela que presentará el escritor Agustín Cadena en la Feria del Libro, en Xalapa

“Se ve un crecimiento en el poder femenino. Los hombres de todas las edades, pasamos por una especie de crisis, de tomar decisiones o de tener posiciones de liderazgo; en cambio las niñas sí tienen más capacidad de moverse, de tener una posición activa en la sociedad y eso se ve también en la novela “Alas de Gigante””, señaló Agustín Cadena, autor del libro.

Cadena presentará su libro en el marco de la 23ª Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil “Para leer el mundo”. Es una novela contemporánea para adolescentes que aborda los problemas a los que se enfrentan en la actualidad.

Precisó que es durante la adolescencia donde se ve más claramente esta diferencia ya que los niños son inseguros, temerosos para enfrentarse con los desafíos de la vida; mientras que las niñas tienen mayor confianza en sí mismas para salir adelante en diversas situaciones.

“El proyecto nació como una respuesta ante la necesidad de lo que son las subculturas y contraculturas juveniles, sobre todo las que están más activas, que tienen que ver con el culto a la tristeza como la cultura ‘Emo’ o ‘Punk’ que atraen mucho”.

Afirmó que es un llamado a los adolescentes para saber en qué medida pueden formar parte orgánica de la vida de las personas. Al mismo tiempo, destacó que
“Alas de Gigante”, es una novela extensa, recomendada para adolescentes acostumbrados a la lectura.

“Es responsabilidad de los escritores atraer a nuestros lectores. Muchas veces se quejan de que no se lee en México y ponen la responsabilidad en los lectores, pero hay libros que no logran enganchar al lector”.

Refirió que pensando en esta dificultad para acercar a los jóvenes a la lectura, se dedicó a escribir su novela basado en enigmas, la historia se desarrolla en una ciudad pequeña, por lo que podría identificarse fácilmente con los lectores xalapeños.

Finalmente, sobre las tribus urbanas, mencionó que trató de luchar contra los arquetipos y estereotipos, por lo que en su novela no hay buenos y malos, sino gente real que lucha por enfrentar las situaciones cotidianas con una visión humanista.

“Que se den cuenta que las personas cometen errores, que no las hacen buenas ni malas, son visiones promovidas por las visiones tradicionales de la sociedad o de la familia, pero eso no las hace ni buenas ni malas”, concluyó.