El pasado fin de semana fue bueno para los palaperos de Villa del Mar, porque repuntó la afluencia de personas a la playa pero sin ingresar al mar y guardando la sana distancia.
A decir del propietario de la palapa "Buchacas", Víctor Morales Azamar, los últimos dos días las ventas repuntaron un 5 por ciento.
Aun cuando el puerto de Veracruz se mantiene en el pico de casos de COVID-19 y se pide a la población no salir de casa, la gente está empezando a recurrir a lugares de esparcimiento y buscan espacios abiertos.
"La verdad empezó a repuntar un poquito, ahí vamos poco a poquito. Repuntó un 5 por ciento. Sí se ha animado la gente, tenemos mesas a cada tres metros para que puedan convivir, al agua no se mete la gente porque la verdad le decimos que no", dijo.
En Villa del Mar hay 16 palapas y todas se mantienen abiertas sábado y domingo, algunas cierran entre semana para ahorrar gastos.
Desde el inicio de la contingencia sanitaria y la restricción a salir de casa, las ventas en las palapas cayeron prácticamente al cien por ciento.
"Pero sí ha estado muy baja. Ya nuestros acreedores nos están cobre y cobre, les hemos dicho que nos esperen, está la cosa súper baja", lamentó
Morales Azamar aseguró que no se permiten grandes grupos de personas en las mesas a la orilla de la playa y se recomienda no ingresar al mar, además de que se colocan las sombrillas a 3 metros de distancia.