¿De qué se ríe, señora Nahle?

“Ha de haber habido presupuesto para ello… se lo fregaron”

Atendiendo que las lluvias intensas caídas en los estados de Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla y Veracruz interrumpieron severamente el funcionamiento normal en cientos de comunidades, dicho fenómeno califica como desastre pues miles de ciudadanos perdieron animales, ganado, muebles, autos, siembras, enseres domésticos, ropa, casa y algunos hasta la vida. Las muertes se contabilizan por decenas, igual los desaparecidos. Estas cifras se incrementarán en cuanto los caminos, puentes y accesos a los lugares más incomunicados sean despejados y rehabilitados.

Como siempre, igual que en otros desastres, serán los trabajadores, movilizados por su espíritu solidario, quienes apoyarán a sus hermanos en desgracia sin pedir nada a cambio. Del Gobierno no debiera esperarse cumpla con sus obligaciones debidamente, no porque sea peor que los prianistas, sino simplemente porque así funciona este sistema moldeado conforme a los intereses de las mafias políticas y económicas. Atenderá a cientos de familia pero la mayoría tendrá que salir adelante con recursos propios y la colaboración de vecinos y sociedad civil solidaria.



Repudio a buitres y depredadores

Dado que algunos funcionarios se la viven saqueando los recursos públicos, el repudio ciudadano (sincero o inducido) se incrementará en la medida que esos depredadores oficiales muestren públicamente su insensibilidad, incompetencia y arrogancia. Frente a la impunidad de esos buitres, el gobernado seguramente se organizará y coordinará con miembros de la comunidad y grupos solidarios para enfrentar las inminentes crisis humanitaria y sanitaria que irán surgiendo en cuanto los cuerpos de animales y personas sepultadas por el lodo se descompongan. Y de paso, impedir que algunos buitres (¡qué ironía!) lleven “agua a su molino” hasta con 8 tentáculos, como el pulpo convertido en Alcalde.

¿Hubo negligencia?



Los hechos evidencian que las autoridades no atendieron oportunamente las advertencias de activar los protocolos establecidos para estos casos. Desde los primeros días del desastre el Alcalde de Poza Rica y la señora Gobernadora actuaron con insensibilidad, prepotencia y negligencia. Ambos omitieron acciones o las realizaron con desidia y falta de cuidado transgrediendo normas y el sentido común. Ese ha sido el sello personal de la Gobernadora, cada vez que la cuestionan exhuda negligencia, cinismo y prepotencia. Su última joya la brindó a la reportera Carolina Ocampo cuando ésta le preguntó si se había renovado el seguro sobre catástrofes naturales. Primero expulsó una risa burlona y ofensiva (jejejeje). Después, con enojo, respondió evasivamente: “Esto no es cuestión de dinero; ese no es el problema”.

Crónica de negligencias anunciadas

Las evidencias de negligencia brotan por todos lados. Desde el lunes 6, el Servicio Metereológico Nacional detectó señales de lluvias en la región sur-centro del País. En los días siguientes destacó que sería Veracruz, específicamente la zona norte, donde la intensidad de las lluvias demandaría activar los protocolos establecidos para prevenir indundaciones y desbordamientos de ríos. CONAGUA precisó que el dia 8 llovería con una intensidad superior a los 250 milimetros; es decir, caerían 250 litros por metro cuadrado, que es cuando el nivel de agua comienza a inundar calles, ensolvar drenajes, desbordar ríos, deslizar tierra y materiales. Para el jueves 9, ya ocurrido el primer desastre, la señora Nahle minimizó el desbordamiento del río Cazones, calificándolo de ligero. Cierto, Protección Civil del Estado alertó a la población y se suspendieron clases en educación básica pero no se activaron los desalojos sino hasta la madrugada del viernes 10. Alrededor de las 3 de la madrugada (viernes) el señor Chuy Escamilla, trabajador de PEMEX, activó por iniciativa propia la alarma, salvando vidas. Fue hasta entonces que algunos ciudadanos fueron evacuados a pie cuando ya el torrente, salido de madre, se dejaba escuchar.



Del presidente municipal de Poza Rica, Fernando Luis Remes, alias “El Pulpo”, destaca su descaro manifestado en reunión cabildera. Frente a sus subordinados informó que el muro de contención sobre el hombro derecho del río Cazones no había sido terminado. Su construcción se inició 10 años después (2009) de su planeación (1999). Siendo Remes el alcalde, el municipio pagó en 2023 14.1 millones a un contratista para terminarlo. Sólo se avanzó el 10 por ciento y el dinero “se lo fregaron” informó. Textualmente dijo: “Ha de haber habido presupuesto para ello (pero) se lo fregaron”. Este mismo patrón aparece en los seguros contra desastres (de 260 millones en 2023, en el 24 quedaban menos de 100) y el institucional de los maestros y trabajadores jubilados en el Estado. Seguramente no habrá investigación seria ni mucho menos responsables de esas irregularidades criminales: Vivimos en el reino de la impunidad.

Es inaceptable el argumento de la sopresa para justificar el irresponsable actuar de las autoridades. Existe un Atlas de Riesgos (2023) que describe a Poza Rica como un lugar en peligro y vulnerabilidad muy altos ante un fenómeno de inundación. Hasta la fecha se reconocen oficialmente alrededor de 70 muertos, más de 100 comunidades desvastadas y decenas de desaparecidos. Pasarán meses y tal vez años, antes de remediar deslaves, derrumbes, daños, infraestructura vial, eléctrica y acuífera destruidas.

“No vamos a ocultar nada”



Duele ver la desolación en los rostros de las personas caminando entre lodazales, basura, animales muertos y escombros. Conmueven las imágenes de vecinos abrazándose y/o trabajando para rescatar lo rescatable. Tristeza, dolor, resignación y esperanza se mezclan con escenas dantescas en Álamo, Poza Rica, Papantla, Tihuatlán, Coatzintla, Tihuatlán y decenas de municipios más afectados por las lluvias.

Las insistencia de la Presidenta justificando la desaparición del FONDEN (Fondo de Desatres Naturales) por la enorme corrupción de su exdirector, José María Tapia, la hizo caer en contradicciones. Lo correcto hubiera sido explicar por qué ella y su partido lo respaldaron como candidado a la alcaldía de Querétaro el año pasado. ¿Cómo creerle que no ocultará nada cuando ella pidió a su secretario de Salud no mencionar las comunidades afectadas? De verdad, señora Presidenta, por el bien de México deseamos que ya no se oculte nada.

No es que MORENA sea peor que las mafias anteriores en este asunto de las lluvias: Hubo corrupción, impunidad y negligencia criminal con Fidel Herrera y Dante Delgado (un puente se derrumbó cuando lo estaba inaugurando). Lo más cercano sucedió este año, aquí en la Capital xalapeña cuando se derrumbó el muro de contención recién construido en la lateral del puente Macuiltépetl. Hasta el momento no se sabe de investigaciones ni de qué partida presupuestal sacan los recursos para la reconstrucción en proceso que tiene bloqueado el flujo de salida vehicular de la colonia Revolución.



La lluvia hizo flotar la inmundicia

Desaparecer la cueva de Ali Babá llamada FONDEN (Fondo Nacional de Desastres Naturales) fue una medida correcta; el problema es haberla sustituido por otra caja chica para desviar recursos hacia las elecciones y enriquecer funcionarios públicos. Del 2013 al 2016 su director José María Tapia Franco dispuso de 7500 millones anuales, parte de los cuales gastaba en Las Vegas mientras los huracanes Ingrid y Manuel dejaban (2013) más de 200 mil damnificados y 150 muertos. Con ese dinero pudo comprar a MORENA la candidatura de la alcaldía de Querétaro. En Veracruz, el FONDEN, se supone, fue sustituido por un Fondo de Desastres. El 7 de mayo mediante decreto se creó la aseguradora de servicios integrales quedando bajo el control de la Secretarìa de Finanzas. Este nuevo formato institucional será insuficiente para reconstruir caminos, carreteras, escuelas, centros de salud, muros y puentes colapsados. Mientras no se involucre directamente a los afectados en su vigilancia y operación, las aguas negras del sistema volverán a poner a la vista de todos su desbordante inmundicia, hasta que despierten al tigre.