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Sección: Estado de Veracruz

“Me siento feliz, ya está aquí”: 7 años después, Sonia encontró a su hijo desaparecido

- Restos de Leonel Santes Flores se hallaron en fosas clandestinas de La Guapota, en Úrsulo Galván

- En 2018, fue “levantado” por presuntos elementos de la extinta Policía Federal junto a otras 10 personas

- Entrega de su cuerpo fue “el mejor regalo del 10 de mayo”, dice su madre

Abigail Montoya Veracruz, Ver. 16/05/2025

alcalorpolitico.com


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A Sonia Flores se le cumplió su deseo de encontrar a su hijo, Leonel Santes Flores, antes de morir. Aunque no fue como esperaba, agradece que se haya acabado la incertidumbre de no saber en dónde estaba, una carga que llevó durante los últimos siete años.

Leonel tenía 26 años cuando desapareció de su casa en el fraccionamiento Privanzas de Veracruz, el 3 de octubre de 2018. Personas vestidas como elementos de la extinta Policía Federal se lo llevaron junto con otras 10 personas más. El pasado 8 de mayo, Sonia se reencontró con su hijo; sus restos fueron entregados tras la identificación por ADN.

“Yo no sabía si ponerme a llorar o ponerme triste porque yo lo quería vivo. Para mí era encontrarlo vivo, pero pues decían que como luego se lo llevan a trabajar, luego estaba vivo, pero a mí el corazón de madre me decía que no, que no sería así, y encontraron a Cristian Omar Sánchez, que se lo llevaron con él”, dijo.



Dos días antes, fue contactada por la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, en la ciudad de Xalapa. No le dijeron la razón, pero en el fondo ya sabía que era para la entrega de su hijo. Le informaron que Leonel fue encontrado en las fosas clandestinas de La Guapota, ubicadas en Úrsulo Galván, en 2019. No le precisaron cuándo fue exhumado, pero más allá de la identificación forense, Sonia sabe que es su hijo porque tenía un piercing. “En La Guapota de Úrsulo Galván no especifican dónde, pero que en el 2021 o 2022 entraron ahí”, agrega Sonia.

La Fiscalía lo entregó en un ataúd, y fue trasladado a Veracruz para ser velado y sepultado el 9 de mayo.

Sonia recuerda que el día que desapareció, Leonel le pidió preparar tamales para una reunión que tendría en su casa con unos amigos. Esa tarde fue la última vez que habló con él. Unas horas después de la llamada telefónica con su hijo, mientras se encontraban en su departamento en Privanzas, fueron detenidos presuntamente por elementos de la Policía Federal. Se llevaron a ocho hombres y tres mujeres. Sonia no tiene certeza de que fueran realmente amigos de Leonel, pero de los 11 desaparecidos, solo se interpusieron dos denuncias formales.



“El día que desaparecieron fue el 3 de octubre del 2018. Mi hijo salió de trabajar de la gasolinera La Zamorana (…) ese día me habló en la mañana y me dijo: ‘Mamá, hazme unos tamales, voy a hacer un convivio con unos compañeros’, y yo le hablé a las 7 y le dije: ‘Ya te dejé los tamales’, y le dije: ‘No te comas la olla’, y fue la última vez que yo hablé con él”, dijo.

Cristian Omar Sánchez desapareció el mismo día que Leonel. Fueron los únicos por los cuales se interpuso denuncia, y ambos ya fueron localizados sin vida. Los testigos relatan que llegaron tres camionetas blancas con hombres uniformados y se los llevaron esposados y con capuchas. “Supuestamente quienes se lo llevaron fue la extinta Policía Federal en ese entonces (…) todos los logos eran de la Policía Federal: gorros, cachuchas, lo que no traían era logos en la camioneta, nada, pero todo su uniforme era de la Policía Federal”, dijo.

Desde la desaparición, la vida de Sonia y su familia cambió; han sido constantemente revictimizados. “Nosotros teníamos muchas amistades. Nosotros ahora no tenemos amigos, ni vecinos ni nada. Nos dicen que qué bueno que lo mataron porque era narcotraficante, que hubieran matado a toda la familia”, dijo.



Sonia llevaba tratamiento de lupus en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el seguro que le daba Leonel. Desde entonces, desarrolló diabetes e hipertensión, y actualmente se atiende esporádicamente en el Hospital de Tarimoya. Para ella, su localización fue el mejor regalo del Día de las Madres. “Me siento feliz, contenta de que ya está aquí. El mejor regalo es que él ya está aquí. El mejor regalo del 10 de mayo me lo dieron un jueves 8 de mayo; el 9 de mayo lo sepultamos”, dijo.

Cada 10 de mayo desde 2019 acudía a las marchas por el Día de las Madres que realiza el colectivo de búsqueda Solecito. Este año no acudió; estaba en los rezos de su hijo. “Sentí una felicidad incomparable. Siempre le pedí a Dios que me lo entregara antes de que yo me fuera a morir, y no me fuera yo sin encontrarlo, como muchas compañeras de Solecito”, dijo.

En todos los trámites se han gastado más de 30 mil pesos por el terreno y la sepultura. Este sábado 16 de mayo será el novenario; se reunirá la familia. La investigación sigue abierta por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), por desaparición forzada, y por la Fiscalía General del Estado.