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Sección: Estado de Veracruz

“Mentía usted mejor en París”, el nuevo libro del escritor Rafael Antúnez

- Se presenta este jueves 30 de junio en punto de las siete de la noche, en la Casa del Lago UV

- Dicha obra está integrada por 7 cuentos, que llevan a la nostalgia y el recuerdo

Sabino Cruz V. /Exclusiva 29/06/2011

alcalorpolitico.com


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Bajo el sello editorial de la Universidad Veracruzana se presenta este jueves 30 de junio en punto de las siete de la noche, el más reciente libro del escritor xalapeño Rafael Antúnez, titulado “Mentía usted mejor en París”, en la Casa del Lago UV.

Integrado por siete cuentos, en cada uno de ellos, el autor recrea lo que en su momento podrían parecer pasajes biográficos de una época no muy distante de Xalapa, cubierto por una densa neblina que lleva al recuerdo, la nostalgia y el deseo de regresar una película aun sin concluir.

“Mentía usted mejor París” frase inmortal de la película Casablanca, filmada en 1942, dirigida por Michael Curtis, con las actuaciones Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, es una propuesta literaria en la que el lector encontrará, “una serie de historias que independientemente del tema que traten, tienen la mayoría en común de ser, de alguna manera, reflexiones de cómo se cuenta un cuento”.

Pero también es una restitución, a aquellos autores que en determinado momento conmovieron, enternecieron, asustaron e incluso sorprendieron al escritor: “entonces la escritura de un libro de cuentos busca ser de alguna manera una reposición de estas agradables experiencias y tratar de brindárselas a otros. Quizás encuentren un poco de humor y un poco de ternura, pero sobre todo una gran voluntad de contar historias y de invitar al lector de que termine esas historias que en el libro no terminan. En su mayoría las historias del libro están pensadas, diseñadas para que sea el lector quien las lleve al último puerto”.

Rafael Antúnez, xalapeño en Xalapa, ha sido maestro de literatura, traductor, editor y desde hace siete años director de la revista Forum. Ex director de la Editora de Gobierno, actualmente, juntoaNina Crangle y Agustín del Moral, coordinan la colección de poesía que edita la Universidad Veracruzana, llamada Cuartel de Invierno, como un homenaje al poeta Ramón Rodríguez.

Seguro que ser escritor era su destino, conoce perfectamente la diferencia enorme que hay entre jugar a escribir aquello que se te va ocurriendo, a pensar, escribir un cuento, una novela, un poema; y después la enorme diferencia que hay en escribir eso y tratar de escribirlo bien.

Parafraseando a Truman Capote, entiende que cuando Dios te da un talento literario, te lo pone en una mano, y en la otra mano te pone un látigo; y el látigo sólo sirve para darte en la espalda y decirte ¡sigue adelante! ¡Tratar de ser mejor!

De si se escribe por catarsis o simplemente porque las musas lo vistan, comenta que si bien se escribe por la necesidad de sacarse algunos demonios de encima, también lo hace por una innegable voluntad de juego. Escribir efectivamente puede ser una forma excelente para purgar algunos fantasmas, pero también es imposible disociarla del juego. Es también quizás una gran voluntad de permanecer en las provincias de la infancia.

Escribir, puntualiza, no importa si uno está escribiendo sobre la muerte o sobre la soledad, conlleva una parte lúdica muy importante. De hecho, cree que esto es lo que hace soportable la escritura; “hay escritores que dicen que sufren terriblemente escribiendo, yo no lo creo, es decir, sí se sufre porque uno no es un genio que al primer renglón todo está bien, hay que trabajar muchísimo, pero se disfruta muchísimo. Al menos yo me divierto escribiendo”.

Por último, y para reafirmar su ser y estar en el mundo de las letras en una época en que el tejido social muestra signos de debilitamiento, reflexivamente señala que quizás en un mundo feliz la literatura no sería necesaria, y una literatura escrita por hombres felices menos aún: “de alguna manera escribir en estos tiempos donde la barbarie se manifiesta por doquier, y adquiere tintes tan violentos nos puede reconfirmar que ahora es cuando más necesitamos, no sólo de la literatura sino en general del arte”.

“Debemos recordar que aquello que nos humaniza es precisamente el arte, así que como aquello que nos animaliza aun más es este abandono a la violencia, la parte yo diría terapéutica de la literatura se pone de manifiesto cada vez más. Entre más nos hemos alejado del arte, más nos hemos acercado a la barbarie. Ahora más que nunca es necesario empezar a revertir este terrible proceso”.

La anécdota

Aunque en realidad el libro no trata sobre la película Casa Blanca, sería un buen pretexto para ver o volver a ver la película y llevarse una de las grandes experiencias estéticas que el cine puede brindar: quien no lo haya hecho, como solía decir el maestro Juan Vicente Melo, su cultura está trunca.

En una ocasión mi maestro Juan Vicente Melo y yo nos enteramos que en un Cine Club, en el tiempo en que no había forma de rentar películas, iban a dar Casablanca, yo no la había visto; él estaba muy emocionado de volver

averla y fuimos.

Recuerdo que Juan estaba muy enternecido al final de la película y lloró. Yo me aguanté y entonces cuando salimos me preguntó que qué me había parecido y le dije que era fabulosa, que me había encantado. Entonces me dijo: con tal de que nunca vayas a escribir un cuento sobre Casablanca está muy bien.

Bueno le fallé, porque fue casi lo primero que salí corriendo a hacer. Tardé muchísimos años en hacerlo porque me daba muchas vueltas en la cabeza, hasta que después de muchos intentos lo logré…

Estas y otras anécdotas serán contadas por el autor y los presentadores del libro: Hernán Lara Zavaleta, José Homero y Jorge Fernández Granados.