Corría la parte baja de la novena entrada y la voz oficial, Gerardo Pacheco, gritó por el microfono: "¡se acaban de encontrar dos putos rivales y están protagonizando un pleito por el mayate!".
Esto ocurría en el center field, mientras en home, la bateadora emergente peleaba con el
umpire un
strike mal marcado.
Entre la confusión, una guerrera azteca corrió desde la segunda almahodilla hasta
home para llegar barrida de cabeza y poner la carrera del orgullo de las Solteras, quienes habían recibido ya ocho arponazos de las Casadas, y así quedaría sentenciada la pizarra final.
En el preludio del Carnaval, se jugó en la playa Martí de Veracruz, el tradicional partido de “Solteras vs Casadas”.
Son amigos que separados por su situacion sentimental, se disfrazan de mujeres y llevan a cabo un juego chusco, donde abundan los besos, los “arrimones”, la “bolita”, y vastos ademanes femeninos de los jugadores hacia el público, que acude con cerveza en mano a pasar una mañana de domingo agradable.
Esta edición del Carnaval de los 500 años, tuvo dos particularidades: se eliminaron los trajes de superheroinas, princesas y personajes famosos, y se utilizaron indumentarias alusivas a la conquista de México. Además, el frente frío número 40, hizo que todos los asistentes se bañaran en tierra, pero eso no fue impedimento para ir, en cambio se mantuvieron firmes las dos horas y media que duró el partido.
El pueblo de Veracruz demostró una vez más que aún con aire, tierra y sol, sigue siendo fiesta, alegría y diversión, pues abarrotó la sede del encuentro beisbolero y disfrutó con cervezas y botana de una tarde agradable que anticipa la fiesta más popular y alegre del estado, el Carnaval de Veracruz.