El programa “Sembrando Vida” está provocando una pérdida increíble de la masa forestal, en sí es un fracaso de la actual administración, indicó el consultor senior del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Hernando Cabral Perdomo, quien agregó que sólo el 1 por ciento de lo sembrado se ha mantenido.
"Es una cosa tremenda lo que está pasando, hay una pérdida increíble de la masa forestal. Yo me puedo atrever a decir que el programa Sembrando Vida es un fracaso absoluto de este gobierno, menos del 1 por ciento de lo que se siembra se ha mantenido y son miles de hectáreas".
Por eso apuntó que mejor debería darse el dinero para el mantenimiento de la cubierta original forestal, como si fuera un pago por servicio ambiental en temas de biodiversidad y reforestación.
"Es una tontería eso de vamos a sembrar árboles frutales, porque la gente no le está dando seguimiento, no hay vocación, les están dando apoyos económicos a gente que jamás ha sembrado árboles, ellos saben sembrar maíz, frijol, lo que conocemos como la milpa, calabaza, quelites".
Añadió que incluso los teléfonos que dejan para reportar cualquier problema con la siembra hecha, nunca contestan "Yo tomé teléfono en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, fueron diferentes teléfonos para seguimiento y nadie respondió, esto es un fracaso, ojalá le caiga el veinte a esta administración".
Apuntó que la idea del proyecto está bien, sin embargo no está correctamente implementado, "debemos de tener en cuenta que no se trata solamente de sembrar árboles frutales por el hecho de hacerlo, en esa situación en los ecosistemas hay muchas plantas y animales exóticos e invasores, entonces empiezan a competir con la flora nativa y los van desplazando, los ejemplos más clásicos son el eucalipto que produce un venero de manera natural, metabolitos secundarios, es decir la planta produce un veneno para evitar la competencia intra o extra específica y otras especies".
El otro problema más grande es la deforestación pues se están haciendo parches y se está rompiendo la conectividad de los pocos ecosistemas que tenemos conectados sobre todo en el sureste de México como las selvas tropicales, los bosques mesófilos de montaña los cuales son delicados y su capacidad de resiliencia es muy baja y muy frágiles.
"Lo que hace la gente yo lo he visto, por ejemplo en Chiapas, les pagan, talan, comienzan a sembrar manzanas después no hay nadie que lo supervise, ni que estén checando que estén deshierbando, poniéndoles agua y, a los tres meses se murieron las plantas y llega el siguiente año y piden más capacitación pero es que la gente no le está dando seguimiento, lo único que les interesa es que llegue el año y con ello el subsidio".