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Sección: Estado de Veracruz

“UV: su pasado inmediato y sus retos actuales” un irresponsable análisis de Vela

Si se dice investigador y pretende ser rector, presenta este trabajo lleno de imprecisiones de fondo y de redacción

José Luis Sánchez Leyva* 13/06/2025

alcalorpolitico.com


El día de ayer, el doctor Rafael Vela presentó un documento titulado “Universidad Veracruzana: su pasado inmediato y sus retos actuales”, el cual, en palabras del autor, busca ser “una herramienta para la toma de decisiones fundamentadas, la formulación de políticas institucionales y el diseño de planes de desarrollo académico y organizacional”, sin embargo, es preocupante que si se dice investigador y pretenda ser rector presente este trabajo, lleno de imprecisiones de fondo y de redacción.

Un aspecto importante es que el objetivo de un diagnóstico, identificar cómo se encuentra una institución, sus fortalezas, debilidades, cuáles son los recursos con los que cuenta, etcétera. Pero un diagnóstico es más que esto, para promover cambios o mejoras, no basta con presentar un número, un indicador, un índice, es necesario contextualizar las cifras y detectar las posibles causas de los supuestos problemas o situaciones que se pretenden modificar.

Por ejemplo, cuando acudimos al médico, éste no solo identifica nuestros síntomas o toma nuestros signos vitales (que en nuestro caso son las cifras, los indicadores), sino que indaga por las posibles causas de nuestro malestar. Según sea un virus o una bacteria, el tratamiento será distinto, de lo contrario, solo lograremos agravar la enfermedad o, en el mejor de los casos, eventualmente nuestro organismo hará lo propio para sanarnos. Pero si, aunado a la falta de identificación de la posible causa, nos equivocamos al momento de medir la temperatura, tomar los signos vitales, etcétera, podemos incluso dar por enfermo al que en realidad está sano. Es por ello que un diagnóstico es cosa seria, porque mal realizado nos puede hacer tomar un curso de acción totalmente erróneo.

Esto es precisamente lo que sucede con el “Diagnóstico” del Doctor Vela, un diagnóstico que, en realidad, no es tal, y preocupa que alguien con su preparación y experiencia que dice tener confunda este tipo de trabajos. Cualquiera de los dos escenarios es igual de alarmante: que no distinga lo que es un diagnóstico o que, aun sabiendo, de manera intencional pretenda pasar por tal, algo que claramente es otra cosa: un medio para un fin personal muy específico.

Así, el documento falla doblemente: al no identificar las causas de los supuestos problemas que señala y en la propia detección de los problemas, situación que es todavía más delicada.

Al margen de errores en los títulos de las tablas presentadas (Tabla 1), de combinar en éstas valores absolutos con porcentajes (Tabla 8), de una redacción por momentos poco apropiada o descuidada para el texto que se pretende mostrar esto es, un texto académico, lo verdaderamente preocupante es que se presenten cifras alarmantes que no fueron calculadas de manera adecuada.

Por ejemplo, en la tabla 9 se presenta una tasa de deserción escolar del 60.53%. El supuesto indicador lo calcula con los siguientes datos:



Número de estudiantes que han ingresado en los último 7 años (2017-2024): 133 mil 953, Número de egresados: 52 mil 877

Número de estudiantes que no han egresado: 81 mil estudiantes

La fórmula empleada es:


Al utilizar esta fórmula el resultado es 60.53%. ¿Cuál es el problema aquí? Todo. Vamos por partes. Primero, claramente los jóvenes que ingresaron de 2020 a la fecha pueden encontrarse estudiando aún; segundo, nunca define lo que habrá de entenderse por la categoría de deserción, es decir, ¿desertan los jóvenes que se dan de baja temporal?, ¿los que, sea la razón que sea, aun no egresan?, quiénes son entonces los que desertan; tercero, no hace el calculo por cohortes o generaciones. Esto sin contar con el hecho de que, estrictamente, lo que se presenta es un porcentaje, no una tasa.
Tampoco explica cómo calcula la variación porcentual de egresados por área académica para el periodo 2015-2025. Por los datos que se incluyen y la forma en cómo se presentan en la tabla, la variación tendría que ser el resultado de:


Sin embargo, los porcentajes de variación que se muestran no coinciden con el cálculo realizado con la fórmula arriba señalada.
Finalmente, un asunto que resulta sumamente delicado es señalar, como lo hace el autor, que en 2023 la Universidad Veracruzana tuvo un subejercicio por $2,320,164,546.54, cuando documenta que los ingresos reportados en 2023 ascendieron a $7,114,922,370.31, mientras que los egresos fueron de $ 6,723,734,320.6, por lo que la diferencia es de $391,188,049.71. Cifra que dista mucho de los poco más de 2 mil millones que reporta. ¿Cómo calculó esta cifra? No resulta claro.




*Dr. José Luis Sánchez Leyva
Director General del Área Económico Administrativa