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Sección: Estado de Veracruz

2011-2020, la década más cálida jamás registrada

- Organización Meteorológica Mundial reveló que 2020 ya está en el top 3 de los años más cálidos

- Se registró temperatura media mundial 1.2°C superior a niveles preindustriales

Miguel Valera Xalapa, Ver. 28/05/2021

alcalorpolitico.com


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De acuerdo con un nuevo informe compilado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y una amplia red de asociados, el 2020 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar del fenómeno de enfriamiento de La Niña.

La temperatura media mundial fue de aproximadamente 1.2°C superior a los niveles preindustriales (1850‑1900); los seis años transcurridos desde 2015 son los más cálidos de los que se tienen datos y la década de 2011 a 2020 fue la más cálida jamás registrada.

El documento denominado Estado del clima mundial en 2020 refiere que las temperaturas llegaron a alcanzar los 38°C en Verkhoyansk, Rusia, el 20 de junio, la temperatura más alta registrada en cualquier lugar al norte del Círculo Polar Ártico.



Asimismo, señala que la desaceleración de la economía relacionada con la pandemia no logró frenar los motores del cambio climático ni la aceleración de sus impactos. Las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero, CO2, CH4 y N2O, continuó aumentando a pesar de la reducción temporal de emisiones relacionada a las medidas tomadas en respuesta al COVID-19.

Los especialistas de la OMM también advierten de la tendencia al aumento del nivel del mar se está acelerando. Se ha observado un aumento del nivel medio del mar a escala mundial en todo el registro de altímetros de satélite (desde 1993); sin embargo, recientemente el nivel medio del mar ha aumentado a un ritmo más rápido debido, en parte, al mayor derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida. El leve descenso del nivel medio del mar a escala mundial que se registró en el verano boreal de 2020 probablemente haya obedecido al desarrollo de las condiciones de La Niña. Además, el almacenamiento de calor oceánico y la acidificación están aumentando, disminuyendo la capacidad del océano moderar el cambio climático.

“La extensión mínima del hielo marino en el Ártico en septiembre de 2020 fue el segundo más bajo en expediente. El retiro del hielo marino en el mar de Laptev fue el más antiguo observado en la era de los satélites. Se aceleró la tendencia a la pérdida de masa en la Antártida alrededor de 2005, y actualmente, la Antártida pierde aproximadamente 175 a 225 Gigatoneladas de hielo por año”.



El estudio también recuerda que la temporada de huracanes del Atlántico Norte del año pasado fue excepcionalmente activa. Estos huracanes extremos, sumados a olas de calor, sequías severas e incendios forestales provocaron decenas de miles de millones de dólares estadounidenses en pérdidas y muchas muertes.

Además, las interrupciones en el sector agrícola por COVID-19 agravaron los impactos al clima a lo largo de toda la cadena de suministro de alimentos, elevando los niveles de inseguridad alimentaria, y ser registraron unos 9.8 millones de desplazamientos, en gran parte debido a peligros y desastres hidrometeorológicos, durante el primer semestre de 2020.

Esta información pone de relieve el avance constante e implacable del cambio climático, el aumento de la incidencia y la intensificación de los fenómenos extremos, y los graves daños y pérdidas que afectan a las personas, las sociedades y las economías. El cambio climático supone un riesgo para la consecución de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a través de una cadena en cascada de fenómenos interrelacionados, los cuales, a su vez, pueden contribuir a reforzar o agravar las desigualdades actuales.



La tendencia negativa en lo que respecta al clima continuará durante las próximas décadas, independientemente de los resultados favorables que obtengamos de las medidas de mitigación. Por lo tanto, es importante invertir en la adaptación y una de las formas más eficaces de adaptarse al cambio climático es invertir en los servicios de alerta temprana y las redes de observación meteorológica, exponen

“Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), si bien la actual recesión mundial causada por la pandemia de COVID‑19 podría dificultar la adopción de las políticas necesarias para la mitigación, también ofrece la oportunidad de conducir a la economía por un camino más verde impulsando la inversión en infraestructura pública ecológica y resiliente, y así, favorecer el producto interno bruto y el empleo durante la fase de recuperación”.

Las políticas de adaptación destinadas a fortalecer la resiliencia al cambio climático, como las inversiones en infraestructura resistente a los desastres y en sistemas de alerta temprana, la distribución del riesgo mediante los mercados financieros y la creación de redes de protección social, pueden limitar el impacto de las conmociones relacionadas con el tiempo y ayudar a acelerar la recuperación de la economía, indica.



La información que figura en el informe procede de diversos Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales e instituciones asociadas, así como de Centros Regionales sobre el Clima. Entre los asociados de las Naciones Unidas se incluyen la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud.