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A dos a?os del Stan

48 indígenas de Coyutla siguen esperando que les reconstruyan sus casas

Ni Sedesol ni Idere les responden desde enero de 2006

Ram?n Moreno Alvarado Xalapa, Ver. 12/03/2007

alcalorpolitico.com

En manifestación en la Plaza Lerdo alrededor de 30 indígenas de las comunidades de San Marcos, El Paso y Las Lomas del municipio de Coyutla, se quejaron de que a dos años de que el huracán Stan destruyera sus viviendas, que la Secretaría de Hacienda les negara recursos del Fondo Nacional de Desastres y que la Secretaría de Desarrollo Social y el Instituto de Desarrollo Regional les extendieran 48 certificados de subsidio para reconstruir sus casas estos no lo han llegado.

En improvisada asamblea los manifestantes se arrebataban la palabra ante las preguntas sobre la razón que los había hecho venir a la capital, en esforzado castellano explica Ramos Anselmo Salazar “hace dos años el huracán Stan tumbó casas, destechó otras en La Loma y ya va venir el otro y nomás tapamos con láminas de cartón, pero se van a volar.”

Unos vestidos con calzón de manta, camisas multicolores y descalzos, otros con ropa de fábrica, las más humilde, pero con más fluido idiolecto, mostraban sus certificados de subsidio que extendió el Gobierno Federal por conducto del Fideicomiso Nacional de Apoyo Económico para la Vivienda, foliados, fechados desde septiembre del 2006 y firmados por Carlos Antonio Montemayor Guerrero que hasta la fecha no se han podido cobrar.

Aunque no precisan los montos que en general o en particular adeudan a cada uno, muestran un oficio en el que le responden al alcalde de su municipio, Basilio Picazo, que los recursos deberían ser entregados por el delegado de SEDESOL de entonces, Bernardo Téllez Juárez, actual Secretario General del PAN en Veracruz, y por el director del IDERE, Alberto Walker López, también relevado de su encargo.

Mientras ambos funcionarios incumplieron con el compromiso, Francisco León explica “salimos a las 4 de la mañana, es que está algo retirado y de la cabecera a mi comunidad tuve que caminar dos horas, ahora espero que nos atienda, pero lo que sí, es que no nos iremos hasta que nos atiendan.”