En el ámbito de la construcción de fraccionamientos y unidades habitacionales existe todo un mundo de situaciones irregulares que son permitidas por las autoridades municipales, en un ambiente de corrupción y de favoritismo. Para ser concreto, me habré de referir al fraccionamiento Lucas Martín en Xalapa, ubicado al pie del Río Sedeño y contiguo al municipio de Banderilla. Cuando este fraccionamiento se construyó, los dueños se comprometieron a destinar espacios amplios para áreas verdes; sin embargo esto no fue así, al paso de los años se han ido utilizando esas áreas para hacer más casas, sin que ninguna autoridad municipal intervenga en lo absoluto.
Actualmente, se presume que un particular, utilizando el escudo de Gobierno del Estado ha mandado a cercar la última área verde (como se muestra en las imágenes adjuntas) que queda en la sección “C” del fraccionamiento en referencia y que es utilizada para recreación por los niños de más de 300 familias asentadas en esta parte del fraccionamiento Lucas Martín.
En el letrero se aprecia una leyenda (junto al escudo de Gobierno del Estado) que señala “PROPIEDAD S.E.V.” y más adelante “JARDÍN DE NIÑOS CRI-CRI”. Es decir, que se le acredita al gobierno del estado y en particular a la SEV, esta acción en contra de los intereses de los niños y adolescentes que utilizan esta área verde para recrearse, convivir y desarrollar una actividad sana.
Sobre el particular es necesario plantear algunas consideraciones.
Esa área verde es propiedad del fraccionamiento, no del Ayuntamiento ni de ninguna dependencia de gobierno, por lo que solo las personas que son propietarios de casas habitación en esta sección del fraccionamiento podrían decidir el uso de esta área verde sin cambiarle su destino de origen; es decir, en todo caso solo se puede invertir en infraestructura pero siempre conservando su uso para el que fue destinado desde la construcción del fraccionamiento y enajenación de viviendas.
Sin en todo caso se tratase de cambiar el uso de suelo de esta área verde, el Ayuntamiento tendría que modificar los planos de origen y garantizar las aéreas verdes que sean necesarias y que exige toda construcción de estas dimensiones por norma. Es decir, el ayuntamiento de Xalapa NO puede ser el primero en violentar su propia normatividad y si piensa disponer de esta área verde, tendrá que contar con el consenso de quienes habitan este fraccionamiento y resarcir a quienes resulten afectados con, por lo menos, un área verde de las mismas dimensiones que la que pretende abrogarse.
En realidad, es muy probable que NO sea el Gobierno del Estado, ni tampoco el Ayuntamiento quien esté llevando a cabo tales acciones en contra de los habitantes de este fraccionamiento. Todo apunta que serían vivales que traten de obtener beneficios personales utilizando el nombre del gobernador Fidel Herrera Beltrán y del alcalde de Xalapa David Velazco Chedraui. Y todo esto se considera que iría en este sentido, porque estas personalidades actúan con principios de rentabilidad política y en su caso de extensión del bienestar social; por el contrario, estas acciones de apropiación de un área verde va en contra sentido de un buen gobierno.
La expresión ciudadana que se ha empezado a gestar en este fraccionamiento en contra de la apropiación ilegal de esta área verde destinada a la recreación, deporte y esparcimiento de los menores, es posible se conduzca por contextos inadecuados a la tranquilidad del entorno que caracteriza a este fraccionamiento. De hecho habría que señalar que las autoridades tienen una gran deuda con todas estas personas, pues de sus compromisos de campaña ninguno, en absoluto, se ha cumplido: ni las canchas de básquetbol y futbolito, mucho menos la recuperación del Río Sedeño; tampoco se ha frenado la tala de árboles en las márgenes del río y reserva ecológica; en igual sentido, no se ha evitado se sigan asentando fraccionamientos irregulares al pie del bosque; tampoco se ha garantizado que se cumpla con la planta de tratamiento de aguas negras que exige todo fraccionamiento nuevo, como el que se está construyendo contiguo al fraccionamiento Lucas Martín y que ya tiene conectada su red de drenaje al Río Sedeño (violando toda norma de asentamientos urbanos y ecológicos).
En este ambiente de abuso del suelo urbano, mientras los tomadores de decisiones en los ámbitos de gobierno piensan más en rentabilizar inversiones comerciales cuantiosas, que en planear el desarrollo urbano de Xalapa y su integración, nuestra bella ciudad se va perdiendo y se va convirtiendo en una selva de cemento donde priva la incertidumbre de “hacia donde vamos” urbanísticamente hablando. Una incertidumbre que es un ambiente de “felicidad” para los vivales que sacan partida de esta ausencia de orden urbano, tal es el caso de las personas (muy probable) que tratan de apropiarse de esta área verde, violentando toda norma ecológica y de desarrollo urbano.
Ciertamente, es complicado regular el uso de suelo de una ciudad en plena expansión, pero por esa misma razón hoy que se esta denunciando con oportunidad esta atrocidad, es importante que las autoridades intervengan antes de que “la sangre corra al río”, pues en todo este ambiente una cosa es segura y que hay que destacar: quienes habitamos en el fraccionamiento Lucas Martín, no dejaremos tan fácilmente que cualquier persona, por influyente que sea, venga a afectar el bienestar y la tranquilidad de este lugar. No señor.
Más aún, es importante que el Ayuntamiento de Xalapa considere en sus más de 500 millones de pesos que anualmente tiene como partida presupuestal, la inversión en infraestructura deportiva en este fraccionamiento que está muy al norte del municipio, pero que también es Xalapa.
Atentamente
Xalapa Enríquez Veracruz, a 1 de agosto del 2008.
Dr. Rafael Vela Martínez