A pesar de digitalización de libros, jóvenes los prefieren en físico, afirman

En el marco de la edición número 33 de la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil (FNLIJ), vendedores aseguran que en Xalapa son más los jóvenes interesados por los libros físicos ya que a pesar de su digitalización no ha logrado posicionarse por encima del físico; por lo que solicitan más espacios a fin de poder fomentar la lectura en la sociedad.

Manuel Silva Durán, integrante de la editorial de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que gracias a estos programas que se realizan en las ferias los jóvenes han demostrado gran aceptación por los libros impresos.

“Hay mucha gente aquí en Xalapa que le gusta leer y eso nos da mucha alegría, porque vemos que la gente si quiere leer. Esto es una muestra de que la gente sigue aceptando el libro impreso y sigue participando en esta feria que es muy conocida, como ya es la número 33 y la FILU son ferias muy tradicionales en Xalapa”, dijo.



Al respecto, comentó que tras la pandemia el interés de las personas por adquirir libros fue favorable, lo que incentivo más el gusto por la lectura; asegurando que los géneros literarios con mayor solicitud son de historia, narrativos y novelas. Sin embargo, sostuvo que esta feria está adaptada para ofrecer una gran variedad de libros a todas las edades.

Por su parte Julio Cerón Cortés, integrante de la editorial la rueca de jandhi, también reconoció que la adquisición de libros en físico ha ido en aumento, puesto que para la mayoría resulta satisfactorio apreciar el libro.

“Es la satisfacción de tener un libro en la mano, hojearlo y a nosotros como vendedores de libros, hay clientes que nos dicen que para ellos es satisfactorio tener un libro, sentirlo, olerlo y es algo que la gente dice, expresa y hace; pero yo digo el libro físico como tal va a perdurar”, indicó.



Asimismo reconoció que debido al aumento por el interés hacia la literatura, es importante la implementación de más espacios, pues aseguró que cuentan con la facilidad para incentivar a la sociedad a que lean.

“Tenemos la facilidad de convivir con toda esa gente, de invitarlos y de hacerles esa invitación a qué lean, qué compren un libro y que no hay necesidad de comprar un libro caro, hay libros de segunda mano que te puedes encontrar y que te pueden dejar una buena enseñanza”, concluyó.