A pesar de polémica, Xico mantiene la suelta de toros en fiestas patronales

En pleno debate nacional por los derechos de los animales y el sufrimiento al que son sometidos en espectáculos públicos, el municipio de Xico mantiene firme su tradición: la suelta de toros durante las fiestas patronales en honor a Santa María Magdalena sigue viva y es redituable.

Este martes se realiza esta celebración y aunque cada año surgen voces que exigen la prohibición de estas prácticas, la fiesta taurina en Xico no sólo se mantiene sino que gana fuerza con cientos de personas que pagan entre 200, 300 y hasta más de 400 pesos por un espacio con buena vista para observar el espectáculo.

Incluso, este año, vendieron todos los lugares afuera de Palacio Municipal, donde habitualmente se colocaba la prensa, sin informe previo a los comunicadores.



El evento, que mezcla fervor religioso con adrenalina, consiste en soltar toros bravos por las calles del centro histórico, mientras jóvenes –muchos sin protección– los enfrentan entre gritos, música de banda y bebidas alcohólicas.

Organizadores y participantes lo defienden como una costumbre de generaciones, pero colectivos animalistas y sectores sociales lo señalan como una práctica violenta que debería quedar en el pasado.

A pesar de la controversia, ninguna autoridad local ha frenado el evento ni establecido restricciones claras, lo que ha generado críticas por la falta de regulación y sensibilidad.



“Xico es cultura, sí. Pero también es sangre, miedo y espectáculo”, expresó una activista local que cada año documenta imágenes del sufrimiento de los animales. Las sueltas continuarán este fin de semana, como parte del cierre de la festividad más importante del municipio. Mientras tanto, el debate entre tradición y ética sigue abierto.