En medio de un paisaje montañoso, el alcalde electo de Xico, Eduardo Pozos Pérez, marcó un hecho inédito en Veracruz al casarse este fin de semana con Alejandro Augusto Meza Samaniego, convirtiéndose en el primer presidente municipal abiertamente integrante de la comunidad LGBTTIQ+ en llegar al cargo.
La ceremonia, realizada en un jardín de la zona de Briones, municipio de Coatepec, reunió a familiares, amistades y colaboradores cercanos. Lejos de los reflectores políticos, el acto se desarrolló con un mensaje de respeto, libertad y amor, en un estado donde el matrimonio igualitario fue reconocido por ley hace apenas unos años y donde todavía existen prejuicios sociales arraigados.
“Fuimos creados para amar”, expresó Pozos durante el evento, en un discurso breve que subrayó la importancia de vivir con autenticidad. Su unión fue celebrada en redes sociales con miles de reacciones que destacaron el valor simbólico de un líder municipal que asume abiertamente su identidad en una región considerada conservadora.
El matrimonio de Pozos Pérez no sólo representa un paso personal sino también un mensaje político. A unos meses de asumir la presidencia municipal su boda ha sido interpretada como un gesto de coherencia entre el discurso de inclusión que promovió en campaña y su vida pública. Diversos colectivos de diversidad sexual en Veracruz calificaron el enlace como histórico, al representar un precedente de visibilidad y respeto en el ámbito político local.
La historia de Xico, conocida por su gastronomía, fiestas patronales y tradiciones religiosas, sumó este fin de semana un nuevo capítulo que rompe esquemas. En un entorno donde la política suele evadir los temas personales, el Alcalde electo eligió hacerlo público, reivindicando el derecho al amor sin etiquetas ni simulaciones.
El enlace de Eduardo Pozos Pérez y Alejandro Meza se convierte así en una celebración de la diversidad y en un símbolo del cambio social que avanza lentamente, pero con firmeza, en los municipios veracruzanos.