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Universidad Anahuac

Sección: Estado de Veracruz

Según el Tec de Monterrey

Actualmente, sólo el 22% de los delitos son denunciados

- El 15% inicia una averiguación previa y sólo el 3.9 de éstas son concluidas

- Académicos señalan que la violencia no debe potencializarse, sino combatirla con otros métodos

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 21/06/2011

alcalorpolitico.com

Con los recientes acontecimientos de violencia no sólo en el estado, sino en todo el país, se ha recrudecido el clima de violencia, por lo que tanto académicos, como políticos, opinan que se debe enfrentar al crimen organizado, pero sin potenciar la agresión.

De acuerdo con datos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Ciudad de México, del total de los delitos actuales, 22 por ciento son denunciados; 15 por ciento iniciaron averiguación previa; 3.9 de éstas últimas concluidas; 2.1 se han consignado; 1.8 están sujetos a procesos; 1.7 han sido sentenciados, y apenas 1.5 por ciento están condenados.

Sergio López Ayllón, secretario general del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de la Universidad Nacional Autónoma de México, indicó que para abatir los complejos e interrelacionados fenómenos de corrupción, impunidad y violencia en México, se requieren políticas públicas de largo alcance, con acciones coordinadas que involucren a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, así como a los tres niveles de gobierno tanto municipal, estatal como federal, en forma articulada.

Mencionó que algunos políticos como el diputado Alfonso Navarrete Prida, han señalado que la presencia policiaco-militar no es suficiente para atacar la violencia, ya que en muchos casos sólo ha servido para legitimar a estos grupos o potencializar la intimidación.

Finalmente señaló que algunos políticos como Ottavio Sferlazza, procurador adjunto de la Magistratura de Reggio Calabria, Italia, han señalado que uno de los problemas más graves del país es la desconfianza en las instituciones encargadas de la seguridad, por la capacidad de infiltración que tienen las organizaciones del narcotráfico. Ante este panorama, el Estado tiene que recuperar la soberanía del territorio y resanar el tejido social.