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Sección: V?a Correo Electr?nico

Acuerdos, no diferencias

Arturo Reyes Gonz?lez 28/03/2011

alcalorpolitico.com

La semana pasada, como cualquier ciudadano que debe cumplir con sus derechos y obligaciones civiles, fui al modulo del Instituto Federal Electoral (IFE) que se ubica en la central de autobuses (CAXA) para dar a conocer al IFE mi cambio de domicilio o actualización del mismo.

Afuera de las instalaciones u oficinas se colocó un pequeño módulo o stand donde uno debe formarse para obtener la debida orientación sobre el tramite que se quiere realizar.

Una vez formado en la larga fila de ciudadanos cumplidores (todo por no haber sacado cita previa en el numero 01 800 correspondiente, lo que agilizaría enormemente el tramite) y tras veinte minutos enfilados, las personas, entiéndase un grupo de señoras, comentaban la lenta atención del señor encargado, debido a la constante entrada y salida de las instalaciones del módulo.

En una de esas nos pidió esperar un poco entre el tramite de una persona y otra. Sorpresa fue que la pausa la hizo para lanzarse por una coca de dos litros y unos vasos desechables para sus compañeras del módulo, aunque debemos reconocerle que su ausencia fue realmente breve.

Pero una vez que avanzamos y a un servidor le tocó el turno, me pidieron el acta de nacimiento original, comprobante de domicilio reciente, hacer un croquis de la ubicación del nuevo domicilio y la identificación oficial con fotografía de la anterior, pero si a usted se le ocurre decir que no la tiene, deberá presentar alguna otra identificación con foto, vigente, ya sea de su trabajo, o la licencia de conducir, por poner algunos ejemplos.

Por por una idea “romántica” y tonta de querer conservar la credencial vieja del IFE, dije que no la encontraba y de ahí mi problema, por una idea tonta. ¿Por qué idea tonta? Porque ¿acaso no tiene uno otro documento, credencial o la oportunidad de tomarse otra fotografía del mismo año en que también se sacó la primera credencial? ¿Para qué quiere uno dos credenciales con dos direcciones distintas? ¿Por simple nostalgia?

Como en ese momento se me traspapeló la identificación le dije, de manera amable: oiga, no la encuentro, a lo mejor ahora sí se me perdió, déjeme ver si traigo otra, y empiezo a hurgar en mi cartera y le digo, oiga ¿ésta no le sirve?, tiene foto y está vigente y acto seguido le enseño una credencial de afiliación a un partido político.

El señor respondió de manera inmediata y en tono serio: mire qué –hasta le cambió la cara–, n’ombre, sabe qué, mejor guarde eso, le va peor, ni de broma lo haga.

Mi cara fue de mayor sorpresa. ¿Qué? Pregunté. ¿Es en serio? Insistí, y él me dijo, sí, ¡mejor guárdela! Dicho en tono firme.

Me molestó el comentario del señor empleado del IFE, quien esperé de manera infructuosa en algún momento cambiara el semblante y me dijera, ¡eh, te engañé, es broma! O me diera una idea por mínima del por qué su reacción. Pero eso jamás sucedió.

Justo en ese momento encontré mi credencial del IFE y se la entregué, me dio un formato para llenarlo con mis datos, me pasó a otra fila y se volvió a meter una vez más en las oficinas.

¿A qué diablos se refirió con su comentario el señor? ¿Qué tenía de malo el haberle preguntado si la identificación con foto partidista servía?

¿Creyó que estaba politizando un simple tramite ciudadano? Acaso asumió que, como empleado federal, debía de responder de esa manera y adoptar los colores y la causa del partido en el poder? O es simpatizante o afiliado de otro partido y por eso su postura.

“Le va peor”, fue su comentario. ¿A qué se habrá referido?

Me parece que en nada ayuda a la sociedad que los ciudadanos cómo este tipo de personas involucran sus sentimientos de otros ámbitos.

Rojos, verdes, azules, amarillos o grises, a final de cuentas todos queremos en esencia lo mismo, trabajo, salud, seguridad y una vida digna.

Definitivamente hay que pensar en acuerdos que nos permitan avanzar y no en las diferencias.


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