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Sección: V?a Correo Electr?nico

Admira de Lutgarda Madrigal su reconocida trayectoria en la labor social

Y asegura que es una mujer con el temple suficiente para defender los derechos ciudadanos

17/01/2011

alcalorpolitico.com

Distinguido Psic. Joaquín Rosas Garcés,
Director de "Al Calor Político"
Presente.

Agradeceré anticipadamente la publicación de la presente refiriéndome a lo siguiente:

Es notable la polémica generada por la designación del próximo representante de la CEDH y en mi particular opinión, considero con plena seguridad que la persona idónea para su servidora como para mucha gente que de verdad la conoce, para ocupar la Titularidad de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, lo es la Dra. y Lic. Lutgarda Madrigal Valdéz.

Dentro de su reconocida trayectoria, los cargos que ha desempeñado han sido de labor social (y no política), de amplio acercamiento con la sociedad y a través de los cuales ha podido desde distintos ámbitos apoyar a quienes lo necesitan; desde la diputación defendiendo e impulsando las causas sociales, hasta las tareas desempeñadas dentro del D.I.F. Estatal así como de la Procuraduría General de Justicia, siendo este último cargo al frente del Centro de Atención a Víctimas de Delito, donde dió amplia muestra de contar con la preparación, el carácter y sobre todo la sensibilidad suficiente para entender a fondo las consecuencias y secuelas que pueden dejar en los ofendidos la comisión de delitos graves, como los que en esa área se atienden.

Me causa extrañeza la nota publicada hace unos días en ese prestigiado medio a su cargo y enviada por un remitente supuestamente con otros pseudo empleados o ex "compañeros" de la Licenciada Madrigal, -quien dice respetar- a quienes la consideramos el mejor prospecto para este loable cargo, pero al mismo tiempo le faltan al respeto de manera cobarde al ser el signante un "caballero" y ella una dama, quien además de contar con una trayectoria limpia y dos importantes y nobles profesiones como Médico y como Abogada, el señor quien se dice llamar Omar Fernando C. Juárez y empleados (sin señalar quienes ni cuantos), la cataloga como persona "déspota, conflictiva y con ambición de poder" entre otros descalificativos; señalamientos sumamente delicados que ojalá pueda demostrar y no poner en tela de juicio el desempeño de una mujer que siempre ha defendido las causas nobles.

Dice la misiva de este señor Omar Fernando que sólo hace falta preguntar a empleados de la Procuraduría para que corroboren su dicho; el cual refuto de manera tajante con el conocimiento que tengo de la Doctora Madrigal no sólo como persona, sino como colaboradora suya, ya que tuve el gusto de conocer su trabajo dentro de la PGJE y puedo aseverar que es una de las personas más sensibles hacia las necesidades de la población más necesitada, pero con el carácter suficiente para defender sus derechos. Quizás esa fuerza de carácter pueda no gustar a personas que están acostumbradas a ser toleradas por no tener la capacidad de manejar cualquier situación compleja o les disgustan los llamados de atención sin reconocer y/o respetar a sus superiores y mucho menos reconocer sus propios errores.

Considero injusto e ilógico que hasta ahora, estos supuestos empleados de la Procuraduría y sobre todo el señor Omar Fernando, hagan esta publicación como claro ejemplo de desprestigio, ya que la propia Procuraduría de Justicia tiene áreas donde pueden exponer sus quejas por supuestos agravios cometidos en su contra por algún superior ¿acaso tampoco confían en esas áreas y en quienes las representan? ¿también tendrán algo que ventilar en cuanto los titulares dejen sus cargos? Por favor señores: Sean honestos, demuestren su dicho y no solo con palabras de desprestigio, sino con pruebas. Recuerden que quien acusa está obligado a comprobar.

El señor Omar prácticamente dio como garantía que el personal de la Procuraduría corroboraría su dicho. Pues con el derecho que me dan quince años de trabajo en la Procuraduría General de Justicia y donde compartí de cerca la visión de la Licenciada Madrigal, su tenacidad y esfuerzo por apoyar a los usuarios y su entrega en el trabajo, puedo decir que es una mujer con el temple suficiente para defender, la sensibilidad idónea para comprender y el conocimiento pleno para sustentar y garantizar la defensa de los derechos ciudadanos.

Agradeciendo el espacio y su atención, me reitero a sus apreciables órdenes.

Atentamente:

Mary L. Victoria