La senadora priísta Noemí Guzmán Lagunes indicó que los señalamientos a Roberto Madrazo Pintado como responsable de ventilar la llama telefónica que sostuvo Elba Esther Gordillo con el candidato presidencial panista Felipe Calderón y el conflicto en general entre ambos, podrían afectar el voto duro del Partido Revolucionario Institucional en las elecciones del 2006.
Guzmán Lagunes aseguró que la dirigente sindical de los maestros ha actuado siempre doblemente, pues en el proceso electoral del 2000, jugó con un porcentaje para quien fuera candidato del PRI, Francisco Labastida y otro para el actual presidente de la República, por lo que “no entiendo porque hay que tener consideraciones con Gordillo si es una persona conflictiva que perjudica al partido y debería ser expulsada”.
Aunque es un problema de cúpulas, este tipo de confrontaciones no nos beneficia, tenemos una elección muy competida y difícil y miente quien diga que ya ganó de antemano, pero la fortaleza del PRI está en sus programas, proyecto y en sus militantes.
La senadora añadió con voz enfática que tienen que trabajar y cambiar la hoja al asunto, pues le están dando mucha importancia, que si bien los fractura, es una “disputa innecesaria” y el hecho de que un funcionario federal como Yunes Linares debería permanecer al margen no extraña “por su personalidad, difícilmente podría mantener una línea institucional”, pero donde exigirán que lo haga es cuando quiera desviar recursos para el candidato del PAN.