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Sección: Hay Festival

Agustín Lara y sus boleros siguen siendo inspiración para nuevos cantantes, dicen expertos

-Dentro del Hay Festival retoman la obra del compositor veracruzano para analizar sus temas

-Recordaron que varias veces, el compositor fue demandado por plagio de canciones

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 08/10/2011

alcalorpolitico.com


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“El amor de Lara por Veracruz va más allá, llega al Caribe; es el que más se interesa por traer los ritmos del Caribe y tiene el primer conjunto de son cubano que incorpora los instrumentos propios del son. Es un compositor con sangre del Caribe. Escribe por lo menos 12 canciones dedicadas a Veracruz y lugares por aquí cerca”, declaró Daniel Samper, autor del libro “María del alma”.

Como parte del programa del Hay Festival Xalapa 2011, se llevó a cabo la charla “Mañana de ronda con Agustín Lara” en el que participó el escritor Darío Jaramillo autor de “Poesía en la canción popular latinoamericana” y de Pável Granados, coautor de la biografía “Mi novia la tristeza”.

“La lengua y el bolero, unen a Latinoamérica; el gran valor de estas letras es que durante 40 o 50 años las hemos oído tanto que terminan manifestando la forma de sentir. No es que sintamos como las canciones, es que las canciones nos enseñaron a sentir”, agregó Samper.

En amena charla, los escritores retomaron la obra del compositor veracruzano, que marcó historia en la música mundial, debido a los temas y la forma en que utilizaba las historias para darle un toque de melodrama en sus canciones.

“Un porcentaje altísimo de las canciones viven trágicamente el amor, no son felices, hay muy pocas canciones felices; son desgarradoras con finales infelices”, señaló Darío Jaramillo.

Por su parte, Pável Granados, contó varias anécdotas de Agustín Lara incluso que lo demandaron por plagio varias veces, “siempre decían que Lara copiaba las canciones, y sí, porque hablamos de varias que coplagió, encontré en Tlahuiltepetl en la sierra de Puebla, donde murió el papá de Agustín en 1937, allá quedó una hijastra. Descubrí que el papá era pianista y que componía, hubo una partitura que encontré que era la “Clave Azul”, que el señor le plagió a su papá”.

Añadió que Lara tenía un amigo que se llamaba el “Chamaco” Sandoval, que era un periodista dramaturgo que le sugería palabras para que rimaran sus canciones, “le pagaba con alcohol y por eso lo mató de una cirrosis. El “Chamaco” Sandoval alucinaba, porque una vez que fueron a Acapulco, se quedaron en Cuernavaca en la noche, y salió porque dijo que en una cama enorme de latón, se le había aparecido Benito Juárez en la noche, despertó y ahí estaba a su lado”.

Agregó que Lara, Renato Leduc y María Félix lo tuvieron que calmar esa noche; tiempo después, Lara compró la cama de latón y se la envió de regalo con una nota que decía “un presente de Benito Juárez”.

Los autores coincidieron en afirmar que la educación sentimental Latinoamericana, se debe en gran medida a compositores como Agustín Lara o José Alfredo Jiménez.

Expresaron que a medida que pasan las generaciones, la influencia de Agustín Lara desaparece, ya que los jóvenes no saben de quién es la canción ni se ocupan por averiguarlo.

Destacó que en 1929, Lara comenzó su primera gira en Xalapa y es donde se da cuenta que puede ser más que un simple pianista, de ahí sigue como músico y como compositor.

Incluso ha sido retomado en varios poemarios ya que sus canciones pueden leerse sin música.

“Uno no sabe qué hay detrás de una canción, imposible saber; lo que hay son nuestras biografías, pero sí es importante destacar la vida de estos autores que desafortunadamente en Colombia están más vivos que en México”, puntualizó Pável.

En la charla el público escuchó “Veracruz”, una canción emblemática del estado. Concluyeron diciendo que el bolero es un género que perdura a través del tiempo, incluso ha sido retomado por nuevos cantantes para actualizarlos como El Cigala y Omara Portuondo.