Al inicio de segundo periodo de sesiones, urge Diputada a aprobar “Ley Monse”

La iniciativa de reforma al Código Penal de Veracruz que sanciona a quienes encubran a presuntos feminicidas o que los ayuden a huir, conocida como “Ley Monse”, no es una bandera política de nadie y sería lamentable que se politizara, aseveró Anilú Ingram Vallines.

Por ello, al iniciar este martes el segundo periodo de sesiones ordinarias del segundo año de ejercicio constitucional, la diputada presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables y autora de la iniciativa, exhortó a que el dictamen se suba al Pleno, se someta a votación y se apruebe.

“Quiero exhortar a las diputadas y a los diputados que asumamos nuestra responsabilidad. Que hagamos nuestro trabajo, que subamos al Pleno el dictamen, que lo discutamos y que lo aprobemos para que quien imparte justicia pueda tener las herramientas suficientes para hacer justicia”.



Enfatizó que el dictamen de la iniciativa ya fue aprobado por la Comisión de Justicia y Puntos Constitucionales e incluso el 1° de diciembre del año pasado se iba a someter a votación. Sin embargo, no se agendó en el orden del día de aquella sesión plenaria.

A 4 meses de que el dictamen está en la congeladora, la Diputada recordó que su propuesta tiene origen en el feminicidio de Montserrat Bendimes Roldán, ocurrido el 17 de abril de 2021 en el puerto de Veracruz a manos de su pareja, Marlon “N”, actualmente en prisión preventiva.

Este caso, agregó, permitió evidenciar la necesidad de que la Ley evolucione para realmente otorgar justicia y reparación del daño, no sólo a víctimas y familiares de feminicidios, sino también a las víctimas de todos los delitos.



Marlon “N” logró escapar de la justicia con la ayuda de sus padres, pero a principios de junio del año pasado la Fiscalía General del Estado (FGE) informó de su captura.

La iniciativa de reforma a la fracción II del artículo 26 del Código Penal de Veracruz plantea que son causas de inculpabilidad que el agente actúe por miedo o temor fundado e irresistible de un mal inminente o grave en su persona, o de alguien ligado a él por vínculos de parentesco: ascendientes y descendientes consanguíneos, sin limitación de grado, o colaterales hasta el segundo grado; o por adopción; o el cónyuge, concubina o concubinario; o su pareja de hecho.

Además, modifica el artículo 345, párrafo primero y la fracción II, para establecer que no se sancionará a quien oculte al responsable de un delito cuando se haga por un interés legítimo y no se emplee algún medio delictuoso, siempre que se trate de: el cónyuge, concubina o concubinario, parientes colaterales por consanguinidad hasta el segundo grado y la pareja de hecho.



Y propone la derogación de la fracción III de este último artículo, toda vez que argumentar amor, respeto o amistad quedaría expuesto a sentimientos o interpretación, lo cual podría generar amplias redes de apoyo a presuntos delincuentes.