Alcalde de Altotonga, más preocupado por lograr candidatura que por su municipio

Es bastante lamentable que nuestro alcalde Carlos Antonio Morales Guevara ande más preocupado y ocupado en lograr la candidatura a la diputación local que en cumplir los compromisos contraídos con la población, pero más deplorable es el hecho de la existencia de serias irregularidades en el uso y comprobación de los recursos financieros del ayuntamiento de Altotonga.

Lo anterior fue evidenciado por vecinos de esa población, quienes pidieron el anonimato por temor a las represalias, quienes indicaron que las deficiencias administrativas fueron evidenciadas por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS), en donde se destaca que hasta “donde sabemos el alcalde Carlos Morales no ha podido solventar lo referente a los ocho millones de pesos de la cuenta pública del ejercicio fiscal del 2014”.

Esto pone en evidencia la existencia de malos manejos que están arrastrando a este municipio, el cual es el más golpeado de esta región por la voracidad de su presidente municipal, quien en campaña, en busca de la alcaldía altotonguense, “prometió obras firmando ante notario público.



Estos compromisos ya no los cumplirá como lo estableció en su momento, porque ahora su ambición apunta a la diputación local por el IX Distrito Electoral Local con cabecera en Perote, para lo cual ya pidió licencia por ciento veinte días a partir del 3 de marzo.

Es patente la desatención por parte del Edil altonguense a temas torales como “la violencia e inseguridad y ello motivado por la falta de gobernabilidad, puesto que él despacha desde Xalapa y que todas las decisiones las deja en mano de sus progenitores”.

Los entrevistados mencionados que de acuerdo con pláticas sostenidas con servidores públicos estatales, les hicieron saber que el municipio de Altotonga está a punto de la quiebra financiera, pues en el informe de la cuenta Pública 2014 se detectó que en el primer año de la administración del alcalde Morales Guevara, se llevó a cabo un sobreejercicio y deudas que suman casi ocho millones de pesos, además de tener diversas irregularidades en el manejo de los recursos públicos.



También se supo que las autoridades municipales evadieron el pago de impuestos federales y estatales, según consta en la revisión de los ingresos y egresos del Ayuntamiento, los cuales ascendieron a los 90 millones de pesos en ese año fiscal. No se cubrió el pago de ISR ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el correspondiente impuesto sobre la nómina a la Secretaría de Finanzas y Planeación.

Los vecinos inconformes dieron a conocer que de acuerdo con el reporte del ORFIS, el ayuntamiento de Altotonga adquirió bienes sin llevar a cabo las licitaciones correspondientes, realizó obras con deficiencias y recibió recursos de fondos federales, de los cuales al día de hoy se desconoce en qué los utilizó.

Citaron que dentro de la observación número FM-010/2014/004 ADM, el ORFIS determinó que los estados financieros de la cuenta Pública del ejercicio 2014 muestran un sobreejercicio de un millón 922 mil 233 pesos, lo cual refleja el incumplimiento a las disposiciones legales aplicables, que establecen que no se podrá hacer pago alguno que no esté comprendido en el presupuesto de egresos autorizado o modificado.



Con documentos en la mano sostuvieron que el estado de resultados integrado en la Cuenta Pública muestra un sobreejercicio adicional por un millón 617 mil 942 pesos, sin que exista disponibilidad para cubrirlos, pero además existen cuentas por pagar por cuatro millones ochocientos treinta y un mil novecientos noventa y un pesos, e impuestos por pagar, por un millón 617 mil 942 pesos, sin que haya dinero suficiente en caja para cubrirlos. De esta manera, el alcalde de extracción priista ya sumó por lo menos ocho millones de pesos de deuda a los habitantes de Altotonga en lo que fue su primer año de gobierno.

En la observación número FM-010/2014/008 se establece que el Ayuntamiento de Altotonga adquirió bienes por un importe de nueve millones novecientos cincuenta mil pesos que no fueron incorporados al inventario de bienes del municipio y se desconoce de qué se trata. Además que no se compraron mediante licitación por lo que no existe garantía de que hayan sido comprados al mejor precio posible.

Los quejosos destacaron que el panorama luce muy lúgubre para quien poco ha podido hacer desde la encomienda municipal y que ahora buscará la simpatía de municipios vecinos que ven por primera vez la posibilidad de la alternancia en un distrito que durante toda su historia ha tenido un sólo partido preponderante: el PRI.