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Sección: V?a Correo Electr?nico

Alerta sobre asaltos en la carretera de Rinconada en la ruta de Buena Vista

- Conductores de un vehículo le cerraron el paso y lo amagaron con armas de fuego

- Tuvo que darles todo lo que traía a cambio de que lo dejaran ir a él y a su familia

08/07/2014

alcalorpolitico.com

Si alguien se pregunta por qué Rinconada es cada día más un pueblo fantasma, la respuesta sencilla, el mal está en sus propios pobladores, en sus comerciantes, los que parece no preocuparles la seguridad de los visitantes, que se reflejaría positivamente en sus ventas.

En las primeras horas de este lunes, tuve la mala ocurrencia de acudir a esa población en la congregación de Emiliano Zapata, para consumir la tradicional garnacha, entre otras cosas.

Poco después en unión de algunos familiares, todas damas, dado que provenía del puerto de Veracruz, proseguía la capital del Estado.



Traté de incorporarme a la autopista por la única vía posible, esto es la ruta de Buena Vista.

Zona oscura y llena de hoyos, que provoca la conducción sea muy lenta, cuando de improviso se me atraviesa un auto que me bloquea el camino y del cual descienden dos tipos, uno de ellos armado, ante la sorpresa de quienes viajábamos en mi humilde vehículo, instintivamente aseguramos las puertas e insistían en bajar a las damas y a su servidor, ellas rompieron en llanto y después de varios minutos que parecieron eternos, logré cambiar mi libertad y la de las chicas por dinero y otros objetos.

Los tipos dijeron ser del grupo de la letra "E" así se denominaron esos hampones sintiéndose todos poderosos, dizque nos dieron una clave para que en el siguiente retén, nos dieran paso libre porque ya habíamos cumplido con la cuota.



Pasado el mal momento retomamos la carretera y al llegar a la caseta de Plan del Río, hice del conocimiento todo esto del Policía de guardia quien después de media hora me dijo que el siguiente paso le indicaban sus superiores lo diera a la Comandancia Municipal ubicada en los bajos del mismo Palacio.

Allí repetí la historia, de las características del vehículo donde viajaban los delincuentes a los que describí plenamente, dos sujetos torvos, los que por cierto en automático regresaron y antes de irse reiteraron que nos tenían plenamente identificados desde el restaurant "Donaji" donde habíamos consumido.

Quizá alguien letrado en Derecho diría que debíamos haber acudido al Ministerio Público, en donde seguramente estaríamos esperando turno.



Aún es tiempo de frenar a estos sujetos, que dado lo robado, finalmente no me quedaría más que calificarlos de raterillos de esos que por mugrosos y corrientes, el vulgo los califica de mala muerte, pero a los que se debe frenar para poder presumir de Estado seguro y del llamado bien común, que en Veracruz, es solo de unos cuantos.

Atentamente

Nombre (…)
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