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Sección: Estado de Veracruz

Alfarería, oficio prehispánico que se niega a desaparecer en el Totonacapan

La familia Hernández Ramírez da empleo a mujeres de la comunidad de El Chote que promueven el arte indígena en varios países

Juan Olmedo Papantla, Ver. 08/10/2014

alcalorpolitico.com


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Legado del antiguo pueblo Totonaca y de su padre “Beto Tajín”, Juana Hernández Ramírez y sus siete hermanos ponen en práctica el oficio de la alfarería, el cual es su fuente principal de economía, pero también su mayor orgullo, ya que no sólo les ha permitido dar empleo a mujeres de la comunidad El Chote, sino también representar a Papantla, Veracruz y por qué no, a México en otros países como Argentina, España y el propio Vaticano.

Su más reciente logro, ser los ganadores de un sorteo que les dio la oportunidad de viajar a Roma, donde además de montar una exposición sobre su trabajo, su material quedó en exhibición permanente en el museo del Vaticano y otra parte en el aula Paulo VI, donde la entrevistada pudo sostener una amena charla con el Papa Francisco y su antecesor Benedicto XVI.

“Es una de las mejores experiencias que hemos tenido, el nacimiento que elaboramos, fue resultado de la mano de obra de 50 personas, pero también de seis meses de arduo trabajo, dando como resultado una pieza de arte valuada en poco más de $250 mil pesos, que ha posicionado a los artesanos de Veracruz a nivel mundial”, dijo Hernández Ramírez.

Explica que todos los días, sus hermanos Alberto, Nicolás, Irasema, Lina, Adela, Yaneth y Victoria, se dedican a la elaboración de piezas de alfarería. Sin embargo su éxito se debe no sólo a la herencia dejada por su padre, sino también por los conocimientos que han obtenido en la Escuela Mexicana de Cerámica.

Pertenecientes al Grupo de Mujeres Alfareras “Staku”, esta familia promueve este arte prehispánico con el apoyo del Centro de las Artes Indígenas (CAI), así como con los recursos de empresas como “Tenaris Tamsa” que aportan apoyos a este tipo de actividades artísticas. “Aquí en El Chote hay talento, pero hace falta mucho apoyo para que este oficio prehispánico no se pierda, nosotros lo hemos perfeccionado de cierta forma, mejorando las técnicas, pero la tarea más difícil es promover su realización, no quisiéramos ser la última generación que se dedica a esta actividad”, finalizó.