Amagan taxistas de Orizaba con tomar tránsito de Córdoba si no paran operativos

Taxistas de la región, liderados por el integrante de la Coordinadora de la Sociedad Civil, Jairo Guarneros Sosa, amagaron con manifestarse afuera de la oficina del Transporte Público ubicada en Córdoba de no ser frenados los operativos en contra de este sector.

Los inconformes aseguraron que estos operativos, los está haciendo la Delegación del Transporte Público, por órdenes del empresario del transporte Mario Zepahua Valencia, “parece que él es quien ordena en la Delegación del Transporte Público a cargo de Oscar Barquet Viñas. Tiene dos meses que nos están hostigando”.

De hace dos meses a la fecha en el tramo conocido como el entronque de Jalapilla, hasta el municipio de San Andrés Tenejapan han sido hostigados los ruleteros, pero aseguran que todo esto se realiza a petición del ex diputado federal de Zongolica, de quien indicaron que tiene placas federales, más no estatales para sus camiones “él mete sus autobuses aquí y nadie dice nada, el servicio que da a la Sierra de Zongolica es carísimo. Todo esto genera más corrupción entre los elementos de la Dirección General de Tránsito y Transporte del Estado”.

La sanción para estos consiste en enviarlos al corralón, “aquí es negocio para las grúas” los multan con 108 pesos, pero los elementos que hacen los operativos les piden hasta 500 pesos porque no se lleven los vehículos “le decimos a Barquet, que o define sus operativos o nos obligará a que le tomemos sus oficinas, no estamos dispuestos a permitir un operativo más; por día están deteniendo de 15 a 20”.

Con este actuar de las autoridades, dijo, que les queda claro que hay dos tipos de transportistas, los que tiene acuerdo con ellos y a los que les aplican la ley sin distinción, incluso comentaron que el propio Barquet Viñas, les ha dicho que Mario Zepahua ha pedido ese operativo, porque le hacen competencia desleal los taxistas,

Preguntó el por qué no se aplica la ley a todos, pues citó que hay muchos camiones que están en pésimas condiciones, ejemplo claro los de Atzacan, pero no los retiran de circulación.