Analizarán situación de plantas de tratamiento abandonadas de Río Blanco

El ayuntamiento de Río Blanco retomó la investigación acerca del uso y destino de las dos plantas de tratamiento de aguas residuales que durante la administración 2009-2011 quedaron inconclusas.

La alcaldesa María de los Ángeles Martínez Martínez dijo que el ORFIS por una parte deberá analizar la situación, pues se trata de una inversión millonaria cuyos resultados no se han visto.

Una quedó sin funcionar y la segunda ni siquiera se terminó; esta situación le genera al municipio un retroceso en materia de protección y cuidado al medio ambiente, considerando que es una disposición que deben acatar los municipios para el tratamiento de sus desechos.



Actualmente, la cuenca del río Blanco es una de las más contaminadas en el estado y el país. Por su contenido de residuos que se vierten en zona municipal e industrial, las aguas de este afluente deben tener un tratamiento diferente.

En lo que concierne al municipio, en la pasada administración las disposiciones sanitarias fueron encausadas para liberar las redes de drenaje pluvial, sin embargo no se cuenta con planta de tratamiento para tratar estos desechos que son depositados al río.

Vierten sus desechos sanitarios al cuse del río Blanco los municipios de Acultzingo, Ciudad Mendoza, Nogales y Río Blanco sin un tratamiento específico porque la planta de tratamiento que se construiría en Balastrera y Acultzingo están inoperables.



Ángeles Martínez hizo el compromiso de retomar el tema de las plantas de tratamiento y con ello hacer un llamado a las instancias correspondientes a fin de apoyar en la operación de las mismas.

En los últimos tres años, siete nuevos fraccionamientos generaron un crecimiento urbano de unas 1 mil 500 familias que tampoco están tratando sus desechos sanitarios.

Encima está el hecho de la generación de basura a la cual le deberá apostar el ayuntamiento para implementar un programa de reciclaje que evite la contaminación del medio ambiente.



La alcaldesa señaló que las cuencas del río Blanco y del propio río La carbonera serán saneadas, pero para ello se debe generar un compromiso con las familias que habitan esa región.