Ante desapariciones, debe mejorar formación de los hijos, pide Obispo de Orizaba

El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, destacó que las desapariciones en Veracruz son un dolor social que preocupa y ocupa a los obispos de la entidad; por lo que es necesario pensar en cómo se está educando a las generaciones actuales.

Al respecto externó que se tiene que buscar no sólo el acompañamiento de las familias que atraviesan por esta situación, sino prevenir tan lamentables hechos.

"Debemos pensar y analizar cómo se está formando en la actualidad a los hijos, cómo se les educa, en torno a qué valores y principios se gesta su desarrollo y el ambiente en que están insertos", dijo y agregó que en esta tarea entran todos los sectores: familia, escuela, iglesia y Gobierno.



Añadió que los asuntos sociales no son ajenos a la familia, pues apuntó que así como hay gente muy buena en las familias, hay personas en éstas que buscan hacer el mal.

"Y hay gente que provoca también dolor que sale de las familias. Nuestra preocupación desde luego sí es el dolor, el sufrimiento de situaciones como pasa con los hermanos desaparecidos, que no es un asunto tan sencillo como para decir: ‘la causa, o la razón está aquí’ o ‘se va a solucionar de tal o cual manera’, sino que es bastante complejo".

Agregó que los obispos y sacerdotes trabajan dando la atención a la pastoral familiar y promoviendo la formación integral de la familia.



"Nos unimos, no en todas las Diócesis de manera idéntica, pero sí hay acciones de la Pastoral Social que apoyamos en el tema de los desaparecidos. Es un caminito pero quizá lo más importante es ver el modo de que eso no suceda, o sea prevenir, esa es la formación integral de la persona".

Destacó que hay situaciones dolorosas que lastiman y por ello se debe atender todo lo referente al ámbito social; de hecho, la provincia de Xalapa ha trabajando sin dejar de tocar este problema en los diversos aspectos,"como pastores, mirándolo desde la perspectiva de Dios".



Finalmente, destacó que lo cotidiano que se hace desde las parroquias y pastorales es lo más importante, pues a veces pareciera que la esperanza se acaba o que la sombra es más densa que la luz, o que el sufrimiento o situaciones que lastiman son más fuertes que la Gracia, pero no es así.

Durante esta semana, la Diócesis de Orizaba es sede del XVII Taller Provincial de Pastoral “Hacia el encuentro de Jesucristo Redentor, bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe”, en el que participan los obispos de todo el Estado, presbíteros y encargados de las distintas comisiones y dimensiones diocesanas de la pastoral.