El médico pediatra Alejandro Pimentel Domínguez pidió a padres de familia estar atentos al comportamiento de sus hijos, pues todo infante decaído, que no quiere comer ni tomar líquidos y con fiebre, pudiera estar cursando con dengue, sin embargo con esta enfermedad es difícil distinguir cuando el paciente está deshidratándose y es por ello que algunos caen en choque.
"Hay que diagnosticar el dengue porque nuestros hijos pueden deshidratarse, pues la presencia de la sola fiebre, el que dejan de comer, tomar agua, y que la enfermedad tiene el fenómeno de redistribución del líquido dentro del cuerpo hace que más fácil de la sangre salga agua a otros tejidos que están inflamados, provocan que el volumen circulante disminuya y entonces se deshidratan; ese es el gran problema del dengue en la infancia".
Apuntó que el choque por dengue no se presenta los primeros dos días sino en el tercer día en adelante, incluso tampoco se pueden confiar los papás de que ya bajó la fiebre y está bien y enviarlo a la escuela, deben esperar algunos días más.
Pidió que no se hagan sueros caseros ni comprados, sino acudir a los centros de salud y pedir el Vida Suero Oral. "Se tienen que dar los primeros cinco días de la enfermedad, aunque debo decirles que esta enfermedad puede durar de 7 a 10 días con síndrome febril".
También se debe estar al pendiente de los niños cuando se cepillan los dientes, a fin de que no sangren porque podría haber presencia de dengue grave.
"Sobre la forma de control de fiebre indicó que no se debe tomar aspirina, ni antinflamatorio llamado naproxeno, ibuprofeno, porque podrían disminuir las plaquetas. Lo que se debe usar es paracematol, pero la dosis la debe dar el médico quien lo calcula de acuerdo al peso.
Otro aspecto que deben de tener en cuenta los padres de familia, es no enviar a los infantes a la escuela, porque el niño al jugar, ir al sol se deshidrata más.
Recordó que cuando el paciente tiene dengue hay dolor intenso de cabeza, fiebre, dolor en los ojos y cuerpo. "Pero es una fiebre que no se explica, si tu hijo tiene más de 38, no tiene catarro, no tos, no diarrea, la posibilidad más alta es que sea dengue".