Ante un mundo corrupto y violento, católicos “debemos ser luz”: Diócesis de Orizaba

El vocero de la Diócesis de Orizaba, sacerdote Helkyn Enríquez Báez, aseguró que a pesar del mundo en que la gente vive, donde imperan la corrupción, la deshonestidad, violencia, y maldad; el creyente en Cristo está llamado a dar frutos de bien.

“Aunque haya un lugar de corrupción, estamos invitados a no ser corruptos, ni mentirosos, en un lugar donde impera el chisme somos invitados a privilegiar la verdad, donde hay oscuridad debemos ser luz”, dijo.

Indicó que el Evangelio que se aborda este domingo, permite que se purifique el concepto de fe que muchas veces se tiene, y que tiene que ver con una perspectiva de retribución que es pensar que el que obra bien le tiene que ir bien y al que obra mal le tiene que ir mal.



“Pero en la vida cotidiana cuando sucede un accidente, algunas personas con su concepto de religión que tiene que ver con el paganismo dicen: fue castigo divino, pero el Dios de los cristianos no castiga, sino que quiere la conversión del pecador”, dijo.

Indicó que muchas de las enfermedades son consecuencia de la forma de vida humana, pero también hay males físicos que son provocados por males morales, por ejemplo alguien que se excede no es de extrañarse que provoque alguna enfermedad.

En otro tema apuntó que como cada año, el Centro de Estudios Superiores Guillermo Nicolás, que es la facultad de filosofía; donde se forman los seminaristas en aspectos filosóficos, pero también hay estudiantes laicos; efectuará sus jornadas filosóficas, donde el tema será el transhumanismo.



Dijo que se va reflexionar desde la ética y la antropología sobre este punto, además que se tienen eventos artísticos.

Bendecirán a mujeres embarazadas

Por otra parte, se informó que mañana 25 de marzo, en el Día de la Anunciación de Jesús o Día de la Encarnación, se estarán efectuando actividades como la Jornada por la Vida Naciente, pero también en las parroquias se hará la bendición a las mujeres embarazadas y se hará la creación formal del Comité Diocesano de Bioética “Jerôme Lejeune”.



Jerôme Lejeune fue un genetista católico, confesor de la fe, al que a causa de su posición "provida" no le dieron el premio Nobel.

Al denunciar medidas abortistas se ganó el rechazo de muchos que estaban a favor del aborto. De igual forma, fue el primer presidente de la Pontificia Academia por la Vida impulsada por Juan Pablo II, con quien tuvo amistad.

Este comité estará conformado por diez personas en una estructura multidisciplinar, entre ellos médicos, especialistas en filosofía de la ciencia, doctoras en ciencias, abogados, teólogas, psicólogas.



Y la iglesia maneja que el objetivo de este es impulsar una cultura de la vida en la sociedad, a través de diversas perspectivas, crear una conciencia de bioética hacia dentro de la diócesis y al exterior.

Y es que se destaca que la bioética es un campo de diálogo entre la iglesia y el mundo. Es un campo propicio y oportuno para dialogar con razón y argumentación, y no a través de denostaciones.