Anthony cumplió uno de sus sueños, se convirtió en un elemento de la Guardia Nacional como parte del programa “Guardia Honorario”, que incluyó la visita a las instalaciones donde conoció parte de las funciones de la corporación.
A sus 9 años logró ser motopatrullero y estuvo al mando de un vehículo táctico blindado y además fue parte de un binomio canino.
Anthony padece anemia aplásica y este deseo logró hacerlo realidad a través de la fundación “Once 11”, como una forma de complementar sus tratamientos médicos.
“Inesperado pero la verdad muy bonito. Me alegra mucho todo esto, todo lo que tiene que ver con mi hijo. Le emociona a él todo lo de la seguridad, lo que tiene que ver con la policía, es su hobbie. Es un sueño cumplido para él y para mí porque verlo feliz a él es una felicidad muy grande para mí”, dijo Orlando Prieto, papá de Anthony.
En lo que va del año se han cumplido 5 sueños a través de la asociación civil y es la cuarta ocasión que la Guardia Nacional abre sus puertas para que los niños cumpla en sus sueños.
“El tratamiento médico es vital para que los niños se recuperan. Sin embargo, la parte emocional es muy importante. Esto contribuye a que su estado mejore y el medicamento sirva de una mejor manera. Es un complemento. Somos un aliado del tratamiento médico”, agregó Alejandro Ordaz, presidente de la asociación.
Anthony, disfrutó su día, se llenó de regalos y conoció la disciplina de las fuerzas de seguridad.