Anuncia Alcaldesa de Álamo proyecto para retomar cultivo del tabaco en el municipio

El municipio de Álamo Temapache, reconocido actualmente como La Capital de los Cítricos, podría retomar una de las actividades agrícolas que marcaron su historia: el cultivo del tabaco. Así lo anunció la alcaldesa Lilia Arrieta Pardo, al referirse a un proyecto respaldado por un empresario interesado en reactivar esta siembra, que durante décadas fue motor económico y cultural de la región.

De las 125 mil hectáreas que integran el territorio municipal, entre 50 mil y 60 mil están actualmente destinadas al cultivo de cítricos como naranja, toronja, mandarina y limón. Sin embargo, la posibilidad de reincorporar el tabaco como alternativa productiva ha despertado interés, no sólo por el impacto económico que podría generar, sino por el valor simbólico que representa para la comunidad.

“Ya no será como antes, con galeras para secado. Ahora se utilizarán hornos especiales que permitirán al productor ver el fruto de su trabajo en menos tiempo, con un proceso de producción estimado de 3 a 4 meses”, explicó la Alcaldesa.



Como parte del arranque del proyecto, se convocará a una reunión informativa con agentes y subagentes municipales, a fin de que puedan difundir la propuesta en asambleas comunitarias y explorar alianzas locales para la producción.

El anuncio revive la memoria colectiva del municipio, que durante las décadas de 1970 y 1980 fue un referente nacional en la producción de tabaco oscuro conocido como “oro café”. La actividad floreció bajo el impulso de Tabacos Mexicanos (TABAMEX), empresa paraestatal creada en 1972, y gracias a la organización campesina en grupos como la Unión de Ejidos Pantepec (UEP) y Tabacos de Álamo Sociedad de Solidaridad Social (Triple S).

Las antiguas bodegas de TABAMEX, hoy abandonadas, fueron testigos de esa bonanza. Sin embargo, en 1990, con la privatización de la empresa y la falta de adaptación a nuevas variedades como el burley rubio, el cultivo colapsó. Las compañías tabacaleras dejaron de comprar y los productores enfrentaron una dura crisis económica. Las bodegas, transferidas a las organizaciones campesinas, quedaron en el olvido.



Hoy, aunque el paisaje productivo ha cambiado. El escudo de Álamo Temapache, creado en 1995, aún porta ramas de tabaco como homenaje a ese pasado. La nueva propuesta busca recuperar no sólo una fuente de ingresos sino también parte del orgullo y la identidad que marcaron a generaciones enteras.