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Sección: Estado de Veracruz

Aranceles impuestos por Estados Unidos ya golpean a Córdoba-Orizaba: CROM

- “No es sólo la economía; es un daño social”, expuso dirigente Alfredo Hernández

- Ya vemos menos horas extra, congelamiento de contrataciones e incluso despidos

Tania Guzmán Orizaba, Ver. 23/07/2025

alcalorpolitico.com


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El impacto de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a productos mexicanos ya comenzó a sentirse en la región de las Altas Montañas. Alfredo Hernández Ávila, dirigente sindical de la CROM en esta zona, advirtió que estas medidas comerciales no son una amenaza lejana sino un golpe directo a la economía local, al empleo y al tejido social de municipios como Córdoba, Orizaba, Ixtaczoquitlán y Río Blanco.

“Todo esto no son cifras abstractas, son decisiones que ya se están tomando en los hogares de los trabajadores de la región”, declaró en entrevista, al referirse a los aranceles del 50 por ciento al acero y aluminio, 25 por ciento a autopartes, 30 por ciento a productos manufacturados y 17 por ciento al jitomate, entre otros.

De acuerdo con Hernández Ávila, muchas empresas locales –especialmente del ramo metalmecánico, autopartes y manufactura ligera– ya enfrentan un escenario de incertidumbre por la posible pérdida de contratos, recortes de producción o reducción de personal.



“Ya vemos menos horas extra, congelamiento de contrataciones e incluso despidos silenciosos. Hay una tensión que no se ve en los números oficiales, pero se siente en las fábricas y en los hogares”, señaló.

También alertó sobre el efecto en el sector de la construcción, donde el encarecimiento de insumos está provocando un aumento en los precios de la vivienda, especialmente la de interés social.

“Eso deja fuera del mercado a muchas familias que apenas estaban por decidirse a comprar casa. El sueño de tener un hogar propio se vuelve más lejano”, lamentó.



En el campo, aunque el jitomate no es un cultivo predominante en la región, su arancel del 17 por ciento sí tiene consecuencias locales.

Explicó que la saturación del mercado interno presiona a la baja los precios que reciben campesinos de la zona baja del Pico de Orizaba.

Si los productores del norte no exportan, inundan el mercado nacional, y aquí se paga menos por lo que se cosecha, dijo, lo que a su vez desincentiva la siembra y afecta a los jornaleros.



Además, advirtió sobre el “efecto dominó” que impacta al comercio local, los mercados, los pequeños negocios y servicios. Cuando el ingreso familiar cae, la gente deja de gastar en lo no esencial, y ahí vienen los cierres de changarros, los despidos en negocios, la caída del consumo. Es una cadena.

También expresó su preocupación por los jóvenes egresados de escuelas técnicas y universidades, ya que si no hay oportunidades locales, muchos se irán. Eso debilita a las comunidades.

Finalmente, hizo un llamado al gobierno y a la sociedad civil para actuar de manera coordinada, puntualizando que no se piden dádivas, sino visión y apoyo real, créditos accesibles, incentivos para la producción local y respaldo al empleo. “Córdoba y Orizaba tienen fuerza, pero necesitan respaldo. Si no reaccionamos como región, el daño no será sólo económico. Será social. Será humano. Pero si cerramos filas, podemos convertir este reto en una oportunidad para demostrar de qué está hecha la clase trabajadora de estas montañas”.